Viaje a Cabo Norte - Día 7






Día 7 - (15 de junio)

Oslo (Noruega) - Lysebotn (Fiordo de la Luz)

394 km - 9H


Nos despertamos sobre las 8:00H para salir a ver como el barco llega a Oslo, ya que este sería nuestro primer contacto con un fiordo. La entrada al puerto de Oslo se hace a través del fiordo (Oslofjorden).

Salimos a desayunar a la cubierta del barco y nos damos cuenta que a pesar de ser el 15 de junio hace un frío muy considerable, nos abrigamos bien y disfrutamos del paso del barco a través de este fiordo.

Puntual, a las 10:00H el barco atraca en el puerto de Oslo y al poco tiempo ya estábamos montados en la moto para salir a recorrer este país.


Una de las orillas del fiordo de Oslo.

Otro barco sigue la estela del nuestro.

No somos lo únicos que disfrutan de las vistas y de la mañana soleada aunque fría.

Al salir del barco un agente de aduanas nos para y nos interroga acerca de nuestras intenciones en este viaje, nuestro destino, nuestra profesión, donde nos vamos a alojar y cuantos días pretendemos estar en el país, tras las preguntas y las perceptivas respuestas salimos del puerto sin más problemas y ya teníamos todo el día por delante para ir adecuándonos a este nuevo, para nosotros, país. Primero, antes de dejar atrás Oslo nos dejamos perder durante un rato por esta ciudad.

Después del interrogatorio del agente de aduanas, pasamos de nuevo otra frontera, Noruega sería nuestra casa los próximos días.

En el mismo puerto vemos el edificio de La Ópera de Oslo.

La Ópera de Oslo (Operahuset), un magnífico edificio de mármol y cristal.

El barco en el que habíamos llegado a Oslo, el oscuro no, el blanco y azul del fondo.

Antes de salir de la ciudad nos perdemos un poco por las calles de la capital noruega.

Después de estar dando un rato vueltas por la ciudad es hora de empezar la ruta de verdad de hoy, todavía quedaban por delante casi 400 kilómetros pero desconocía por el tipo de carretera que tendríamos que conducir y cuanto tiempo nos llevaría recorrer esta distancia, por lo que, sin perder mucho más tiempo salimos de Oslo hacia nuestro primer objetivo de hoy.


Y en marcha saliendo hacia el oeste.

Carreteras perfectas, no mucho tráfico, pero limitadas a 80 km/h.

Con una temperatura agradable de unos 18ºC íbamos circulando dirección al primer punto de interés de la jornada, nuestro primer contacto con las famosas "iglesias vikingas noruegas", las "Stavkirke", que significa "iglesias de madera".

Para empezar y dado que nos pilla de paso paramos en la Stavkirke de Heddal, y para empezar no esta nada mal, ya que se trata de la mayor Stavkirke conservada y un importantísimo centro turístico. Esta en concreto fue construida durante la primera mitad del siglo XIII en el municipio de Nottoden.

Por supuesto que el lugar se merece una visita un poco más exhaustiva, y así lo hacemos, no nos importa perder un poco de tiempo para admirar y contemplar la belleza de esta obra medieval.

Ahora unas cuantas fotos de esta espectacular iglesia, construida en su totalidad en madera.










































Como vemos, el lugar merece mucho la pena, tras el descanso, recorrerlo y las fotos de rigor, seguimos camino adentrándonos cada vez más en zona montañosa noruega. Pero antes, pasamos por delante de otra stavkirke, la iglesia de Eidsbourg, mucho menos espectacular que la que habíamos visitado un rato antes.



Preciosos parajes, la linea del medio amarilla no significa que estén de obras, en Noruega la línea del medio es de este color.

Stavkirke Eidsbourg.

Primeras "tornantes" noruegas del viaje.

Una serie de unas cuantas tornantes nos dejan a la orilla del bello Lago de Bandak, a las afueras de la ciudad de Dalen.

En donde aprovechamos y hacemos la parada para comer, son ya sobre las 14:30H.

Hacemos la comida y al rato proseguimos con la ruta de hoy, viendo que el ritmo no es muy alto, por el miedo a una posible sanción y porque por las carreteras por las que circulamos no interesa correr demasiado, el paisaje es simplemente espectacular.

Después de comer seguimos ruta por la carretera 45 hacia la ciudad de Valle. Esta carretera me sorprende porque ser espectacular, carretera de montaña en la que nos encontramos nieve en ambas orillas de la misma. La carretera la encontramos perfectamente limpia pero la temperatura baja drasticamente, de los agradables 18ºC pasamos a pasar a los 3ºC.

Sin duda, hoy acabamos de entrar a recorrer los espectaculares Alpes Escandinavos, un inmenso sistema montañoso que tiene nada menos que unos 1700 km de largo y unos 320 km de ancho y que recorre toda la península escandinava de sur a norte.




Una bonita cascada que nos encontramos a la orilla de la carretera.

Orilla de la carretera 45.

Preciosos paisajes.

Tejados a juego con el entorno, su razón tendrá, no digo que no.

Poco a poco vamos ascendiendo más.

Y cada vez vemos más nieve.

Los lagos de las orillas están helados y todavía cubiertos de nieve.

Este manto blanco cubre un lago.

Vamos ascendiendo y el cielo se empieza a cubrir.

Cada vez más nieve...

Y más....

Y la carretera parece estrecharse.

Estamos a mitad de junio y aquí este panorama?.

Aunque parezca que no, había mucho frío.

Los guantes de gore tex, y los puños calefactables a tope.

El sol brilla, pero no con demasiada fuerza.

El cielo se cubre del todo y me temo que acabe descargando.

Cartel que nos indica que estamos a una altitud de 1050 metros sobre el nivel del mar.






El cielo por momentos parecía que iba a romper a nevar.

Pero se mantuvo sin caer ni una gota.





Hasta aquí nuestro recorrido por la bonita carretera 45. Pero todavía quedaba otra carretera más de montaña que recorrer hasta el destino de hoy. Poco después de Valle nos desviamos a la derecha para seguir la carretera 468, de nuevo vuelta a subir a las montañas noruegas y donde encontramos aún más cantidad de nieve y un poco más de frío, ya que de mínima veo en el termómetro 2ºC y durante el trayecto empieza a lloviznar ligeramente lo que incrementa si cabe más la sensación de frío.














Un corzo que entró en la carretera y al que le costo encontrar una salida, corría para escapar como si no hubiese un mañana.


Y es que, no era fácil encontrar una salida.




Vamos llegando al fiordo, el final de nuestra primera jornada en Noruega.






Ya entrada la tarde, llegamos al tramo final de unos 4 km de la ruta de hoy, nos encontramos en lo alto del Fiordo de Lysebotn (Lysefjorden), que significa el "Fiordo de la Luz", en esta parte elevada del fiordo paramos en un restaurante, donde su terraza hace las veces de mirador, en donde tenemos una excepcional vista de Lysebotn, pequeño pueblo que hay al borde del fiordo, y vemos también parte del fiordo.

Es en este pueblo donde vamos a pasar esa noche, pero para llegar a este pueblo, hay que descender por una de las carreteras más bellas por las que he circulado, una espectacular carretera que a través de 27 curvas de horquilla nos deja en el pueblo de Lysebotn, a la orilla del fiordo. Estas 27 curvas tornantes atraviesan un túnel en espiral que se adentra en la montaña haciendo todavía, si cabe, más espectacular este increíble y "irreal" lugar.

Pero, de nuevo, una imagen vale más que un millón de palabras mías, por lo que he querido mostraros una imagen aérea de esta carretera para que veáis la maravilla y la espectacularidad de este lugar.


Alucinante sitio, verdad?. Vemos en gris la carretera con sus 27 curvas de horquilla. En el momento en donde la carretera desaparece es porque empieza el túnel, túnel en forma de espiral escabado en el interior de la montaña que practicamente nos deja al nivel del mar. Un sitio que parece irreal, pero sin duda alguna, damos fe que es real.

Y ahora, pasamos a ver las fotos que hicimos nosotros aquel día en este lugar.


En lo alto del fiordo.

Abajo, a unos mil metros de altura, el fiordo.

Vamos a dar una vuelta al mirador.

Vista de parte del fiordo desde el mirado, y se ve el pueblo de Lysebotn abajo.

Al fondo el pueblo de Lysebotn. También vemos la retorcida carretera por la que tendremos que descender.

Preparados para el descenso?.

Curvas de horquilla.

Y la montaña engulle la carretera.

El túnel es estrecho.

A la salida del túnel, casi casi a nivel del mar.

Llegamos a Lysebotn.

El paisaje que nos rodea es simplemente, brutal. Arriba del todo, se ve el retaurante/mirador donde habíamos estado minutos antes.

A la orilla del fiordo.

Precioso paraje, sin duda alguna, todo un acierto haber querido conocer este lugar.

Contentos de conocer este sitio después de un día inolvidable.

Que grande todo lo que nos rodeaba.

Tras deleitarnos con toda la belleza que nos rodeaba se hacia tarde y debíamos buscar alojamiento para hoy. La verdad es que era un sitio ideal para acampar, pero decidimos ir a la oficina de turismo local ya que habíamos pasado un poco de frío y si se podía evitar poner la tienda, mejor.

Preguntamos en la oficina de turismo, que casualmente estaba en el albergue del pueblo, pero no hubo suerte, todas sus habitaciones estaban ocupadas y la otra opción que nos dieron era la de una habitación en un bed&breakfast, un poco alejado del fiordo, aparte que era carísimo. Por lo que, tras pensarlo un momento decidimos que era un sitio perfecto para acampar, así que nos fuimos directos al camping, que estaba enfrente del albergue, muy cerquita del fiordo, un sitio perfecto para acampar, sin lugar a dudas. Nuestra primer noche en Noruega y la íbamos a pasar en la tienda de campaña, pues nada, que problema hay?.

Tras pagar unos 26€, en el camping empezamos a montar nuestro campamento, y lo hicimos bastante rápido, mientras monté la tienda, Ana hinchó los colchones, y en unos minutos teníamos listo nuestro campamento. Luego una ducha caliente, preparamos la cena y, después, sorpresa.....

Poco antes de las 20:00H empezó a llegar gente a la entrada del camping, gente vestida con ropa de paracaidismo y con trajes alados, se montaron todos en varios vehículos y se fueron, sin duda iban a practicar caída libre, pero la pregunta era, lo veremos desde aquí?.

Hubo que esperar un rato para contestar a esa pregunta. En unas dos horas la gente en el camping se empezó a movilizar, a preparar cámaras, a mirar constantemente para la montaña, se intuía que algo se movía allí arriba. Y si, al rato uno a uno se fueron tirando en caída libre y aterrizaban en el mismo camping, todo un espectáculo poder verlo en directo, ver como, literalmente, volaban y planeaban con esos trajes alados y aterrizaban donde querían con pasmosa facilidad, dominando el paracaídas de manera envidiable. 



Lysebotn, un pueblo muy pequeño.
Cena caliente lista en unos minutos y a disfrutar de ella contemplando este hermoso paisaje.

Y este fue nuestro lugar para acampar y pasar aquella noche, un lugar idílico a la orilla del fiordo.

Y después de la cena....., el espectáculo de los hombre de los trajes alados......








Lysebotn, un paraíso famoso en el mundo para los amantes de la caída libre.

Después de un rato más disfrutando del día, y una vez que el espectáculo de los hombres alados se había acabado, ya que eran casi las 23:00H y parecía que le costaba anochecer, nos metimos en la tienda a descansar. Aquí recordamos que la idea de traer unos buenos sacos de plumas fue todo un acierto, dentro del saco se estaba de maravilla, mientras que fuera, la temperatura era de unos 6ºC.

A dormir rápido que en apenas poco más de 6 horas sonaría el despertador para continuar nuestro recorrido por Noruega.





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