Viaje a Cabo Norte - Día 23






Día 23 - (1 de julio)

Helsinki - Tallinn (Estonia)

33 km


Hoy amanecía un día muy diferente al que habíamos tenido ayer, aunque estaba nublado no amenazaba lluvia y la temperatura era agradable. Aparte de todo esto, hoy era un día especial ya que era mi cumpleaños, y tener la oportunidad de celebrarlo coincidiendo con este viaje lo hacia más especial si cabe, veríamos a ver como pasábamos este día de cumpleaños......

Tras el ligero desayuno en el albergue, salimos a ver y dar una vuelta por Helsinki, teníamos toda la mañana para poder ver algo de esta bonita ciudad, por su centro parando en varios puntos, como es la estación de tren, y en sus dos catedrales, la Catedral Luterana (Tuomiokirkko) y la catedral Ortodoxa (Uspenski).


Al lado del albergue esta el puerto.

El puerto con la Catedral Ortodoxa al fondo.


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Estación de tren de Helsinki, el edificio más visitado de Finlandia.

Puerta principal de la estación de tren de Helsinki, construida en el año1862.
Catedral Luterana (Tuomiokirkko), a la izquierda se ve la estatua del Emperador Alejandro II.





Y después nos vamos a visitar la otra catedral, la preciosa Catedral Ortodoxa (Uspenski), levantada en lo alto de una colina entre 1862 y 1868, desde este emplazamiento se ve parte de esta ciudad. Es el templo ortodoxo más grande la Europa Occidental. Aquí nos detuvimos más tiempo y la visitamos por dentro.












Desde esta colina vemos la catedral Luterana al fondo.

El día se estaba quedando espectacular, el sol estaba brillando cada vez con más fuerza, la temperatura subía y las pocas nubes se estaban retirando por completo por lo que, desde esta bonita catedral decidimos ir al cercano puerto, para visitar su famosa Plaza del Mercado. Plaza situada en el puerto de Helsinki, en frente del ayuntamiento de esta ciudad y donde hay muchos puestos de todo tipo, fundamentalmente de productos artesanos, de comida y chiringuitos donde comer productos locales muy abundantemente a buen precio. 

Y después de visitar el mercadillo encontramos un sitio libre en los abarrotados chiringuitos y comimos un buen plato de pescado con patatas.


A aparcar y a dar una vuelta por el mercado, que vemos al fondo.











Se acercaba la hora de comer y todo tenía una pinta......

rica rica....



Y después de comer era hora para empezar a despedirnos de Helsinki. Para cruzar el Mar Báltico hay varías compañías de ferry que ofrecen sus servicios. Yo no tenía nada mirado y decidí volver para ver una que había visto que estaba al lado del albergue, la compañía Viking, entro a preguntar y me dicen que el siguiente barco lo hay a las 21:30H y eran las 15:30H, por lo que no me interesaba y nos fuimos a buscar otra compañía. Así, después de buscar dimos con la compañía Silja, al llegar a su terminal entramos para comprar los billetes y después de esperar una larga cola nos dicen que aquí solo se compran los billetes para pasajeros a pie, los vehículos deben de comprar los billetes directamente antes de acceder al barco, y si nos dábamos prisa quizá llegásemos a embarcar en el siguiente que salía a las 16:30H, así lo hicimos y efectivamente, fuimos el último vehículo que paso por el peaje para embarcar en el bonito y gran barco Superstar de la compañia Silja Line.


Primer intento de cruzar el Mar Báltico fallido, la compañía Viking no tenía salidas esta tarde.

A cruzar Helsinki en busca de otra compañía.

Una "curiosa" escultura en un centro comercial de Helsinki.

jeje. no me diréis que no mola...

Los últimos para embarcar en el barco.

Otro viajero alemán y nosotros esperando a que embarcaran los coches.

Detrás de ese camión hay sitio para las dos motos.

Justo, los últimos, pero tuvimos suerte. Próxima parada, Estonia.

La travesía entre Helsinki y la Tallinn fue de lo más tranquila posible, apenas dos horas de trayecto en cómodas butacas con vistas al Mar Báltico, un mar con mucho tráfico marítimo como pudimos comprobar, son muchos los barcos que lo atraviesan cada día. En estas dos horas de trayecto aprovechamos que el barco tenía conexión WIFI para conectarnos con la familia y amigos, y para buscar un alojamiento en Tallinn para visitarlo el resto de tarde y pasar esa noche allí.








Llegamos a Estonia sin novedad, al tener reservado el hotel en Tallinn toca encontrarlo, bendito GPS en estas ocasiones cuando no quieres perder mucho tiempo....

Ya en el hotel, bueno, aún con el GPS costó un poco encontrarlo. El hotel se ubica en un antiguo edificio sin prácticamente ningún cartel exterior. El hotel esta en un segundo piso sin ascensor, pero bueno, es lo que hay y ya no había forma de decir que no. La señora encargada del hotel, la verdad, muy agradable, nos da una habitación al lado de la recepción, nada lujosa, pero si con todo limpio y sin que echar en falta nada, también nos pregunta a ver si habíamos venido al festival de la cerveza, Ana y yo nos miramos, y casi al unisono, le dijimos, como??, festival de la cerveza??, nos explica que si, que hay un festival y que esa misma noche actúa el grupo de rock alternativo inglés Placebo. Por lo que ya teníamos plan para acabar de manera espectacular el día de mi cumpleaños. Tras la refrescante y rápida ducha salimos de la recepción y le preguntamos a la señora para que nos aconseje que ver en Tallinn el resto de tarde.


Vamos recorriendo la bodega del inmenso barco que nos ha traído a Estonia.

Estonia.

Entrada al hotel, buscando un inexistente ascensor para subir al segundo piso.

En el hotel nos dan un plano de la ciudad y nos dicen que vayamos a ver la parte vieja de la ciudad, su casco viejo es espectacular. Nos encantó la ciudad medieval antigua de Tallinn, muy bien conservada, donde es una delicia perderse por sus callejuelas adoquinadas.

Primero paramos a ver la Catedral de Alejandro Nevski, se trata de una catedral ortodoxa situada en el parte vieja de la ciudad y esta situada justo en frente del parlamento de este país.

Como nos había dicho la señora de recepción que el festival empezaba a las 22:30H hasta esa hora hicimos tiempo viendo la parte medieval de Tallinn, en donde aprovechamos para cenar antes de ir al festival, situado en un recinto cerrado justo en frente del Mar Báltico.


Es hora de visitar Tallinn.











Catedral de Alejandro Nevski.

Edificio del parlamento de Estonia.



Cerca de la catedral ortodoxa nos encontramos con la Catedral de Santa María.

Catedral de Santa María.

A callejear un poco en busca de uno de los miradores.

Desde este mirador vemos unos cuantos torreones de la ciudad medieval de Tallinn.

Hermosa vista con el Mar Báltico de fondo.

Y la ciudad moderna al lado de la antigua.

Es hora de cenar, pronto porque nos vamos de concierto luego.

Esperando la cena.....

Y aquí llego, a coger fuerzas, que hay que ir a bailar......

Después de cenar vamos en busca del recinto del festival, salimos de la ciudad medieval por la llamada Puerta Vieja, una ciudad medieval que merece muy mucho la pena visitar. Este casco viejo esta rodeado por un sistema de murallas y torreones, todo perfectamente conservado, a escasos metros de la denominada ciudad moderna. 


Puerta Vieja de Tallinn desde dentro de la ciudad medieval.

Puerta Vieja desde fuera.

Llegamos al recinto y aparcamos justo al lado de la entrada, compramos las entradas para un día de festival y entramos. Al entrar lo primero que vemos es un ambiente fenomenal, mucha gente, muchos puestos de cerveza, de todo tipo, y mucha oferta para cenar, lo que nos hizo arrepentirnos de no haber venido antes y cenar aquí. Pero bueno, nos tocaba disfrutar del resto de la noche.


Entrada al festival.



















Uno de los escenarios donde.

Coche cafetería.

Ambientazo.

Autobús cervecería.

Grada del escenario principal.

Poco a poco se va llenando.

Empezamos el concierto de Placebo.

A disfrutar....





Brian Molko, lider de Placebo.

Un muy buen concierto.

Lo pasamos pipa.









El concierto duró algo más de dos horas, y poco a poco el festival acababa ese día, los puestos iban cerrando y nos volvimos para el hotel a descansar. Habíamos acabado así un espectacular y perfecto día, el mejor día de cumpleaños que recuerdo. Simplemente, perfecto e inolvidable.




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