Viaje a Cabo Norte - Día 11





Día 11 - (19 de junio)

Olden - Geiranger

136 km - 6:30H



Sobre las 8:00H nos despertamos después de haber descansado muy bien en este camping a la orilla del Lago Oldevatnet, rodeado del inmenso Glaciar Jostedal. Mientras Ana preparaba el desayuno en la cocina del camping yo empiezo a recoger. Sin prisa alguna ya que esta mañana la quería dedicar a visitar el Glaciar Briksdal y por la tarde la idea era la de llegar a dormir al conocido fiordo de Geiranger.

Sobre las 11:00H ya esta todo listo para marcharnos del camping.


Todo listo para dejar el camping.

Entrada del camping.

Último vistazo al Glaciar Jostedal que veíamos desde el camping.


Empezamos a recorrer los escasos 10 km que nos separaban del primer punto de día, el Glaciar de Briksdal.

Seguimos la carretera que bordea el Lago Oldevatnet camino de Briksdalen.

Después de recorrer este recorrido sin prisa y haciendo alguna parada para admirar y fotografiar el entorno, sobre las 11:30H ya estábamos en los aparcamientos para visitar este glaciar.

Rodeando el Lago Oldevatnet camino de Briksdalen.





























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Una vez que hemos aparcado la moto nos informamos a ver como se puede visitar el Glaciar Briksdal. Nos acercamos y hay varías formas de verlo de cerca. Una es gratuita, que es dar un paseo de aproximadamente una hora por trayecto, y la otra es que te lleven en coches eléctricos llamados "Trollcars", decidimos por razones la de comprar los billetes para la ida y vuelta en uno de esos Trollcars.

Así lo hicimos y al poco tiempo estábamos subidos a uno de estos coches todo terreno eléctricos con capacidad para seis personas, que nos dejo a un paseo de unos 500 metros del Glaciar Briksdal. 

Puesto de mando de un Trollcar.
En el Trollcar, valle arriba, camino del Glaciar Briksdal.

Disfrutando del paseo en uno de estos coches eléctricos.





Y a lo lejos, empezamos a ver el glaciar.

Después de un paseo ya estábamos cerca del glaciar, pero hay que andar un poco más para llegar incluso a su lado.

Vemos y leemos en carteles como el glaciar ha retrocedido mucho en los últimos años. Una pena que nos estemos cargando entre todos maravillas como esta.









A la hora que el conductor que nos había llevado nos había indicado, estábamos esperando para regresar de nuevo en el mismo Trollcar al punto de partida. El camino de vuelta es el mismo que hemos utilizado para llegar aquí y vamos lentamente en el Trollcar atravesando uno paraje precioso y espectacular.

Trollcar.

Descendiendo hacia el punto de partida.

Vemos el camino que desciende y lo bonito del entorno que atravesamos.



Trollcars esperando de nuevo la hora de salida.

Tras la visita a este glaciar, era la hora de emprender la corta ruta de hoy hasta la ciudad de Geiranger. Nos separaban de aquí poco más de 100 kilómetros, pero todavía teníamos que ver más cosas antes de llegar al famoso fiordo de Geiranger.

De nuevo salimos por la única carretera que va desde aquí hasta Olden, para luego tomar la carretera 60 con dirección Stryn.

Esta carretera bordea por completo el fiordo Innviksfjorden rodeando el Glaciar Jostedal, aunque no es visible desde la carretera.


Los japoneses hacen fotos a todo.













Hora del almuerzo delante del Lago Oldevatnet.





Carretera 60, fiordo Innviksfjorden.

En la localidad de Stryn nos dejamos la carretera 60 y nos desviamos a la derecha, bordeando el Lago Strynevatnet y atravesando varios túneles esta carretera nos deja en una carretera de montaña. A la salida del último túnel vemos que el paisaje es completamente distinto a lo que teníamos pocos kilómetros atrás, vemos mucha nieve a las orillas de la carretera y los lagos que nos encontramos están todos prácticamente helados y cubiertos por mucha nieve.

Lago Strynevatnet.
De nuevo el paisaje cambia y empezamos a ver de nuevo nieve.

Lago helado.

Después de pasar este lago cogemos el desvío a la izquierda que nos dejará a Geiranger, que se encuentra a pocos kilómetros de aquí. Este tramo de carretera de montaña, la carretera 63, atraviesa la zona montañosa de Stranda Fjellovergang, donde vemos mucha nieve acumulada a las orillas y el gran lago que vamos bordeando esta completamente helado, el Lago Djupvatnet. Nos encontramos circulando por las inmediaciones de otro glaciar noruego, el Glaciar Bläfjell, y por donde, por supuesto, la temperatura cayó hasta los 4 grados.


Carretera 63, carretera turística de Geiranger-Trollstigen.

El Lago Djupvatnet, a la izquierda helado y cubierto de nieve.

Apenas se aprecia que haya a la izquierda un lago.



El lago completamente cubierto de un gran manto de nieve.

Una estampa más propia del mes de enero que del mes de junio, pero en Noruega esto te lo encuentras cualquier día del año.

Justo cuando acaba el lago, a la derecha sale una carretera, de peaje, que asciende a uno de los reclamos turísticos de la zona, el Monte Dalsnibba. La carretera ahora esta asfaltada, pero hasta no hace mucho no estaba asfaltada en su totalidad. Para llegar a la cima del monte hay que pasar unas cuantas curvas de herradura. Al llegar a la cima del monte, a 1500 m de altitud, encontramos el Mirador de Dalsnibba, desde el cual hay una vista espectacular de todo el fiordo de Geiranger, claro que, el día que subimos, la visibilidad era escasa, y pudimos ver algo del fiordo cuando las nubes nos dejaban. Un día despejado la vista es espectacular, sin ninguna duda.


Carretera hacia el Monte Dalsnibba, al Mirador Dalsnibba.





En el peaje, antes de pagar me informé a ver si había buena visibilidad. Aunque no nos lo aseguraron decimos pagar y subir.



Nos damos por avisados.

Iniciando la subida al Mirador de Dalsnibba.

Poco a poco más altura.

El helado Lago Djupvatnet.

Una de las curvas de herradura.

Mucha nieve acumulada.

Otra curva de herradura, son unas cuantas las que hay en esta ascensión.

Paredes de nieve que parecen cortadas a cuchillo, y la carretera increíblemente limpia.

Últimos metros a la cima.





Llegando a la cima nos metemos de lleno entre las nubes.

Una vez que lleguemos al mirador, no se si veremos nada.

Al acabar la subida al Monte Dalsnibba aparcamos en el aparcamiento. Las nubes se mueven deprisa a nuestro alrededor, somos muchos los que estamos allí esperando a lo mismo, a que la visibilidad mejore para admirad la vista que desde este punto tenemos del fiordo.

Estuvimos un rato en el mirador, había frío, y esperando a ver si la visibilidad nos permitía ver algo más llego el motero italiano con el que coincidimos en el hotel de Mälmo con su BMW R60. Allí nos saludamos de nuevo y nos explicó que no sabría si llegaría a Cabo Norte, que se había retrasado mucho por los fiordos y no lo tenía claro que pudiese llegar. Nos despedimos diciéndonos que probablemente nos volviéramos a ver por el camino, que todavía quedaba mucho y merecía mucho la pena este viaje.

Y así entre charla y charla cuando las nubes nos dejaban algo de visibilidad todos nos asomábamos.


Desde el Mirador de Dalsnibba, la carretera que lleva a Geiranger desde aquí parece un enorme circuito de velocidad.

Luego circularemos por esa carretera para llegar a Geiranger.



Al fondo se aprecia el fiordo de Geiranger.

Carretera que baja hacia Geiranger.

Una vista única del lugar.

Se acercaba la hora de comer, de haber hecho buen tiempo comer en este mirador hubiese sido genial, pero no merecía la pena, así que nos dimos media vuelta y bajamos dirección Geiranger. A ver si al descender el tiempo esta mejor y podemos comer en otro mirador.


Descendiendo del Monte Dalsnibba.

Casi rozando las paredes de nieve.

Poco a poco la nieve va desapareciendo.

De nuevo en la carretera 63 camino de Geiranger, circulamos por una preciosa carretera, la que habíamos visto desde el mirador, que parecia un circuito de velocidad, curvas de todo tipo y asfalto impecable. Unos cuantos kilómetros disfrutando de esta carretera hasta que paramos en otro de los puntos conocidos y fotografiados de Noruega, el Mirador Flydalsjuvet, una de las postales más conocidas y famosas de este país. Vista espectacular con el famoso fiordo de Geiranger de fondo.

Este mirador se divide a su vez en dos partes, una superior y otra inferior, separadas escasos metros una de la otra y con aparcamientos diferentes.

Al haber mejorado mucho el tiempo a esta altura decidimos hacer la parada allí y aprovechar para comer con tal excepcional vista, y, como no, para hacer unas cuantas fotos


Fiordo Geiranger al fondo.

Mirador Flydalsjuvet.

























Después de descansar un poco, de comer y de hacer fotos y fotos, era hora de recorrer los escasos cuatro kilómetros que nos separaban de Geiranger. 


Bajando por la carretera 63 hacia Geiranger.



Eran entorno a las 17:30H cuando llegamos a Geiranger. Para pasar la noche, o las noches, había visto un camping que me gustaba por su ubicación, justo a la orilla del fiordo y viendo que no había llovido, decidimos irnos a este camping (Camping Geirangerfjorden), en donde pusimos la tienda muy cerquita de la orilla del fiordo.

Lugar elegido para acampar hoy.

Una vez la tienda esta montada dimos un paseo por la orilla del fiordo para descansar un poco y hacer tiempo hasta la llegada de la hora de la cena, acabando así otro día fantástico de este viaje.


Orilla del fiordo de Geiranger.





Un tranquilo descanso a la orilla del fiordo.










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