Viaje a Cabo Norte - Día 24






Día 24 - (2 de julio)

Tallinn - Kaunas (Lituania)

614 km - 9H


A pesar de acostarnos tarde anoche, sobre las 8 de la mañana estábamos despiertos. Tras levantarnos salimos de la habitación para ir a desayunar, el hotel era con el desayuno incluido y no sabía donde estaba el comedor, la chica de la recepción nos dice que no hay comedor, que si esperamos un poco en la habitación nos lo lleva. Varios minutos después nos trae a la habitación un completo desayuno. 


Anuncio en la recepción del hotel de una galería de tiro.

Desayuno.
Después del desayuno, nos dirigimos de nuevo a ver, durante un rato más el casco antiguo de Tallinn, de nuevo nos dirigimos a la catedral ortodoxa y aparcamos la moto allí y paseamos un rato por la muralla.


Parte moderna de Tallinn.



Catedral Ortodoxa.

Al fondo la muralla.

Muralla.



















Españoles que nos encontramos, ellos viajaban en un crucero por el Mar Báltico.

Kier in de Kök, antiguo torreón de artillería, hoy en día es un museo.

Al fondo, se ve la puntiaguda torre de la iglesia de Rootsi Mihkli Kirik.

Torreón construido en el año 1475, 38 metros de altura y con muros de 4 metros de espesor.

La iglesia luterana de Carlos, en Estonia a esta iglesia se le conoce como Kaarli Kirik.

Después de pasar de nuevo parte de la mañana en el precioso casco medieval de Tallinn era hora de ponernos en ruta. Para acabar, decir que Tallinn nos encantó, toda una agradable sorpresa encontrarnos esta preciosa ciudad, cuya visita es altamente recomendable.

Salimos de la ciudad y cogemos la carretera 4, carretera que no dejaríamos hasta abandonar el país. Decir varías cosas de esta carretera, a pesar de ser la principal carretera del país, solo hay autovía hasta los 50 kilómetros, aproximadamente, de Tallinn, el resto es carretera de doble sentido, donde hay mucho mucho tráfico. También iba atento, había oído y leído acerca del mal estado de las carreteras de estos países, donde el continuo y abundante tráfico de vehículos pesados hacía que hubiera se formasen grandes roderas en el asfalto. Y otro punto a tener en cuenta, a partir de ahora había que extremar la precaución, más si cabe, porque los conductores de esta parte del mundo tienen un estilo de conducción un tanto agresivo, yo, me atrevería a decir que el estilo es suicida.


Afueras de Tallinn.

Pequeña bombona de butano.

Se acabo la autovía, carretera convencional, de momento buen asfalto.

Y así, poco a poco, llegamos a la frontera con Letonia, hasta entonces el tráfico era normal, nada para asustarse, la carretera buena, ni rastro de las temibles y traicioneras roderas, y el tiempo buenísimo. Vamos avanzando poco a poco. Pero tras pasar esta frontera, el ritmo se ralentiza, nos encontramos con frecuentes cortes de tráfico debido a obras, están arreglando esta carretera A1 que nos lleva hasta la capital de Letonia, hasta Riga.

Nada más pasar la frontera paramos en un pueblo a comprar para hacernos un bocata y seguir camino. Seguimos soportando frecuentes cortes de tráfico por obras, obras en las que están arreglando y prácticamente haciendo la carretera nueva, y en donde no lo esta empezamos a ver las roderas.

Esta carretera A1 transcurre paralela al Mar Báltico, a escasos metros y de haber ido un poco mejor de tiempo si que me hubiese gustado parar y darme un baño ya que había bastante calor. 


Frontera de Letonia.

Obras frecuentes en esta carretera A1.

Empezamos a ver las primeras roderas importantes.

Un bocata rápido y a seguir.

Carretera a estrenar.



El Mar Báltico a escasos metros, que ganas daban de parar y darse un baño.



Los controles de tráfico y velocidad son frecuentes.

Trozos de buena carretera.

Antes de llegar a Riga, empezamos a darnos cuenta de la "peculiar" forma de conducir de los conductores locales. Por los países bálticos apenas hay autovías, todo el tráfico es por carretera de doble sentido y habitualmente con mucho tráfico, lo que hace que los conductores adelanten a los camiones u otros vehículos más lentos a pesar de que vengan vehículos en sentido contrario. Hay que estar muy atentos, se puede decir que la parte central de la carretera es para quien los tenga más grandes. Esto es normal allí, de echo, vemos a los camiones directamente circulando con la mitad del camión por el arcén. La forma de conducir es completamente temeraria y kamikaze, pero lo hace todo el mundo, y si de verdad quieres avanzar un poco rápido y no quedarte detrás de un camión durante kilómetros y kilómetros debes de acostumbrarte a hacerlo, y si, claro, así lo hicimos, el famoso dicho aquel de: "donde fueras haz lo que vieras".......


Uno de esos adelantamientos, adelanta al camión con una furgoneta de frente y con un ciclista por el arcén, y nadie se queja.

Ahora nos toca a nosotros, la parte central de la carretera está libre, el camión circula así habitualmente para facilitar los adelantamientos y el coche que viene de frente también.

A la izquierda carretera a Moscú.

Así llegamos a Riga, y al rodearla, la carretera A5 bordea la presa llamada Rigas Üdenskrátuve en donde nos encontramos un gigantesco atasco. 


Atasco gigante bordeando la presa Rigas Üdenskrátuve.

Llegamos a la frontera con Lituania por la tarde, el destino de hoy era la ciudad de Kaunas, pero antes, quería visitar un lugar que desde que supe de su existencia me resultó curioso, por lo que era un punto para visitar en este viaje si o si. 

Frontera de Lituania.

Circulamos por carretera A12 con poco tráfico.




Aquí las roderas son más evidentes, grandes y peligrosas. Mucha precaución al salirse de ellas, al adelantar sobre todo.

Siguiendo la carretera A12 y antes de llegar a la ciudad de Siauliai nos desviamos unos pocos kilómetros a la izquierda con la intención de visitar la llamada "Colina de las Cruces", en lituano Kryziu Kalnas.

Rodeada de prados se alza una colina donde se amontonan miles y miles de cruces, de todos los tamaños, de cualquier material, un lugar que no deja indiferente a nadie y cuya visita sobrecoge, independientemente de lo religioso que seas.

Aparcamos y visitamos el lugar, la colina puede parecer pequeña, pero cuando empiezas a ascender la escalera central te das cuenta de la cantidad y cantidad de cruces, crucifijos, estampas, cuadros y demás que hay en este lugar, increíble e incontable cantidad, quien lo puede saber??. Los visitantes pasean por esta colina en silencio y solo se escucha el sonido de varías grabaciones religiosas que hay en este lugar. Si salimos de la escalera principal, hay varios caminos, estrechos caminos para caminar por la colina, siempre rodeado de cruces, amontonadas, clavadas, colgadas de cualquier sitio, etc.

Hay varias versiones de cuando y como se empezaron a depositar cruces en este lugar, sea como sea el hecho es que son miles los visitantes que depositan aquí su cruz.

Como siempre, las fotos hablan mejor que yo para describir este lugar.


















































Después de un buen rato en este lugar nos vamos hacia Kaunas, nos separan unos 160 kilómetros que los hacemos en apenas dos horas. Llegamos al hotel Ibis de Kaunas sobre las 22:00H, hora en la que cenamos algo en la habitación y descansamos después de un largo día de ruta.


Carretera camino de Kaunas.


Caía la tarde y entrabamos en Kaunas.

Llegamos al hotel de Kaunas, a descansar.



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