2009 - Los Alpes en moto - 3º parte





8º día - 19 de junio de 2009

Reith bei Seefeld - Reith bei Seefeld


Este día lo dedicaríamos a hacer una ruta por las cercanías, iríamos hasta la vecina Alemania para ver un lugar y un castillo que parece sacado de cuento de hadas, Neuschwanstein. Aunque por el nombre no suene a conocido, cuando veáis las fotos, sin lugar a dudas seguro que os sonará haberlo visto antes. Dos años atrás había estado allí y me resultó un lugar magnífico, por lo que quise volver a verlo, en aquella ocasión no lo visité, y esta vez si que quería verlo por dentro.

Nada más desayunar nos ponemos en marcha, día gris, estaba nublado y amenazaba lluvia, pero eso no me preocupaba, lo que me empezó a preocupar es que al empezar a andar noto como hace un pequeño ruido la rueda de atrás. Al principio no le doy mucha importancia, apenas se oye y pienso que puede ser un pequeña piedra en el disco trasero, lo miramos y nada, no se ve nada, el ruido es mínimo, por lo que decido montar en la moto y hacer lo que teníamos previsto hacer.

Salimos hacia el norte por la carretera E 533 y la primera parada la hacemos a los píes de esta misma carretera donde vemos un castillo, el Castillo de Seefeld, a los pocos kilómetros de salir, paramos a hacer unas fotos.


El Castillo de Seefeld.


Bonito castillo al pie de la carretera E 533.

Al rato empezó a llover intermitentemente.

Seguimos, y la siguiente parada es en Garmisch Partenkirchen, ciudad que todos conocemos, famosa porque cada 1 de enero se celebra en ella la famosa competición de saltos de ski, quién no se ha levantado el día de año nuevo con esas imágenes en la televisión?, o también, quién no se ha ido a la cama a esa hora?. Sea como sea, Garmisch es una bella ciudad alpina.


El famoso trampolín de saltos de ski de Garmisch. Viéndolo en vivo, da vértigo hasta el pequeño.

Lo que os digo, da vértigo sólo con verlo.

De Garmisch nos perdemos por carreteras de Los Alpes a por el destino de hoy, el castillo de Neuschwanstein, cercano a la ciudad de Fussen, en el estado federal de Baviera. Decir que a esas alturas de día, el ruido de la moto ha ido a más y empiezo a estar bastante preocupado. 


Un paseo por las calles de Fussen.



De la ciudad, a ver el famoso castillo que hay en sus inmediaciones, Neuschwanstein.

Se puede visitar, hay siempre gran cantidad de turistas en este lugar.

Al lado del citado castillo hay otro bonito castillo, el Castillo de Hohenschwangau. A la orilla de un lago.

Para llegar a visitarlo se puede hacer de varias maneras, hay varias rutas de senderismo, o por otros medios de transporte, como coche de caballos, o autobús..

El día gris no dejaba ver bien el castillo.

En estas fotos no se aprecia bien este hermoso castillo, Neuschwanstein, que significa "nuevo cisne de piedra", es el edificio más fotografiado de Alemania y uno de sus destinos turísticos principales. Lo ordenó construir Luis II de Baviera, conocido como " El Rey Loco"  en 1869, un rey retraído y que construyendo este castillo quiso alejarse de la vida pública.

Ahora os dejo dos fotos para que veáis mejor este lugar.


Un lugar de cuento de hadas.

Y en invierno más espectacular aún.

Comemos en el entorno del castillo. Por la tarde íbamos a subir a visitarlo, pero pensando en la avería de la moto decido no perder mucho más tiempo y emprendemos el regreso de nuevo para Innsbruck, para buscar un taller donde nos solucionen la avería, cada vez hace más ruido, incluso en marcha se oye. Mis peores presagios se cumplen, no quería creerlo, aunque si que lo había pensado, sin duda son los rodamientos de la rueda trasera que habían dicho basta.


Carretera B 179 camino de la ciudad de Reutte.

Poco a poco vamos avanzando, incluso pienso en llamar al seguro para que me envíen una grúa, pero conseguimos llegar a un pueblo, era tarde, allí a las 6 de la tarde ya esta todo cerrado, era un poco más de esa hora, paramos en una gasolinera para preguntar a ver si conocen algún taller mecánico, los de la gasolinera ni me entienden lo que busco, cuando al momento veo que para una Honda CB 500, le explico como puedo el problema y me indica que conoce un taller, que lo siga, bueno, algo es algo, como puedo lo sigo, la verdad es que me costaba seguirlo, la moto cada vez hacía más ruido y temía incluso perder su contacto por aquellas carreteras. Pasamos varios pueblos hasta que llegamos a un pequeño pueblo donde me indicó donde estaba el taller, el siguió su camino y nosotros aparcamos la moto a la puerta, lo primero que pensé era que había tenido suerte, estaba abierto, lo segundo que pensé fue a ver como lo solucionan aquí, miraba alrededor buscando un hotel o similar, pensando en pasar allí la noche, pero no había absolutamente nada, el pueblo era muy pequeño.

Entré al taller en busca del mecánico que ya estaba saliendo al vernos aparcados, cuando vi el taller me preguntaba si tendrían el repuesto que necesitaba, era un taller muy pequeño. Al salir el mecánico le intenté hacerle saber del problema que tenía, cuando vio la matricula me empezó a hablar en castellano, resultaba que había estado trabando durante 10 años de camionero en el País Vasco. No cabe duda que entenderse bien facilita mucho las cosas.

Metimos la moto para el taller, pero antes, tuvo que sacar unas cuantas motos pequeñas del mismo, empezó a desarmar la rueda y efectivamente los rodamientos estaban muertos del todo, a punto de bloquearse por completo. Ahora, una vez sacado los rodamientos, me dijo, a ver si tengo alguno como este, en mi cabeza sonó un redoble de tambores y cuando me espetó que si, respiré aliviado, sabiendo que el mal rato había pasado. Una vez puestos los rodamientos, salimos de allí con la moto como nueva, nos había solucionado un gran problema, le dimos hasta la propina. Tengo guardada su tarjeta porque nunca se sabe.....


La moto ahora iba como un reloj, que alivio.

Quedaba volver para el apartamento, cenar y descansar, que mañana haríamos otra ruta alpina , como siempre por Los Alpes, espectacular, sin duda alguna.




9º día - 20 de junio de 2009

Reith bei Seefeld - Reith bei Seefeld


Después del susto del día anterior, empezábamos un nuevo día haciendo una ruta en la que recorreríamos tres países diferentes.

Tras el desayuno salimos del apartamento, el cielo estaba cubierto y amenazaba lluvia, veríamos a ver como se iba desarrollando el día. Siempre atentos al clima por si hubiera que variar la ruta marcada inicialmente. 


Así veíamos la zona desde la parte de atrás del apartamento, el cielo amenazaba.

En primer lugar nos dirigimos a Landeck, una localidad conocida por mi, la última vez que estuve aquí estuve perdido un buen rato.


Ambiente motero/rutero en cualquier lugar de Los Alpes. 

Por la carretera 180 (ojo, no es la velocidad, es el número de carretera, no es necesario correr por estas carreteras para disfrutarlas). A la izquierda, aunque las nubes no nos las dejan ver bien, montañas de más de 3000 m.

Carreteras con poco tráfico.

Todavía en Austria, pero a punto de cruzar a Suiza.

Desde Landeck vamos hacia el sur, hacia Suiza por la carretera 180, después nos desviamos a la derecha. Disfrutando de la tranquilidad del poco tráfico, de preciosas vistas y de perfectas carreteras llegamos al pueblo de Susch.


Por la carretera 27, ya en Suiza, camino de Susch.

El tiempo de momento, nos va respetando.

En el pueblo suizo de Susch.

Un rato de descanso en este apacible pueblo y tomamos la carretera que nos llevará hasta la ciudad suiza de Davos a través del bonito puerto del Flüelapass. Desde este punto encontramos un poco más de tráfico del que habíamos visto hasta el momento, sobre todo más motos disfrutando de lo mismo que nosotros.


Empezamos el ascenso al Flüelapass.

Motos llegando a la cima del Flüelapass.

Carretera de subida al Flüelapass.

Una vez en el alto paramos un rato a hacer unas fotos y ver el lugar. En el alto nos encontramos con un lago a cada lado de la carretera, uno de ellos, el Schottensee, que se ve en las fotos, es el mayor. Las fotos estan hechas un 20 de junio y se ve que todavía no se ha deshelado por completo. Decir que en el alto la temperatura no era muy agradable que dijéramos.

Durante el invierno no es extraño que este paso de montaña este cerrado, pero, existe una alternativa para comunicar los dos extremos, es a través de un túnel (Vereina Tunnel) para trenes que transportan vehículos.


Cima del Flüelapass.

Lago Schottensee, alto del Flüelapass.

Desde el Flüelapass iniciamos el descenso hacia Davos, y desde allí siguiendo la carretera 28 hacia el norte, la siguiente parada la hacemos en la localidad de Bad Ragaz. Al atravesar esta ciudad nos llama la atención las figuras que adornan sus calles y sobre todo los coches de alta gama que vemos por sus calles. Luego entendemos el porque del nivel que había allí. Bad Ragaz es una ciudad balneario y centro wellness famosa por sus hoteles de primerísima categoría, baños termales y campos de golf.


Las aceras de las calles estaban adornadas con estas figuras.


Y la gente se agolpaba a las puertas de algún hotel para ver los "utilitarios" allí aparcados.

De todos los colores y tamaños.

Incluso de ...., ?.

De allí al vecino y pequeño país (apenas 37000 habitantes) de Lienchtenstein. Por carreteras convencionales nos dirigimos a su capital, Vaduz, en donde aprovechamos para comer y hacer una rápida visita.


Balzers Church, y detrás el Castillo de Vaduz (Castillo del Príncipe).

Oficina de turismo de Liechtenstein. A aparcar la moto y dar una vuelta por aquí.

Muchas esculturas por las calles.

De todo tipo.



Km 0 + 0, el centro del país, réplica de la piedra original donde se marcaron todas las distancias kilométricas de las carreteras de este país en el año 1864. Su Puerta del Sol, para entendernos.

Obras en Vaduz.

Edificio del Parlamento de Liechtenstein, en la plaza Peter-Kaiser..

Catedral de Vaduz.

Desde allí, ya se nos echaba la tarde encima. De camino para el apartamento me hubiera gustado ver alguna cosilla que se me quedó pendiente, pero eso es la escusa para volver por esta zona alpina, que nos gustó mucho.

Llegados al apartamento a descansar, mañana otro día de espectacular ruta.


Continua en la 4ª parte..


2009 - Los Alpes en moto - 2º parte






6º día - 17 de junio de 2009

Rimini - Venecia


Después de desayunar salimos para recorrer los aproximadamente 200 km que separan la ciudad de Rimini de Venecia, donde pasaríamos la siguiente noche. Hasta el destino de hoy circularíamos por carreteras nacionales italianas, donde en ocasiones nos encontramos con muchísimo tráfico.


Caseta de pesca y "pequeña" red para sacar todos los peces del río.

Después de varias paradas llegamos sobre el mediodía a la ciudad de Mestre, la ciudad más cercana a Venecia, a apenas 5 km, separan ambas ciudades por un puente, llamado Ponte della Libertá. Decidí alojarnos allí por varias razones, el hotel lo conocía, dos años entes había estado allí, por lo que di con él sin problemas, económicamente es mejor que los hoteles en la propia Venecia, aparte, alojarse en Venecia es más engorroso, debes de dejar el vehículo en el parking exterior (de pago) y cargar con todo el equipaje, y la verdad que para una noche, no interesa, al menos para cargar con el equipaje que llevábamos, ni locos.

Llegamos al hotel, nos cambiamos y sin perder tiempo nos dirigimos a Venecia. Donde aprovecharíamos para comer y recorrer sus calles toda la tarde.


Entrada al Puente de la Libertad, apenas a unos kilómetros de Venecia.

Llegamos al gran aparcamiento que hay a la entrada de la ciudad, donde también esta la estación de tren y el puerto marítimo. Dejo la moto aparcada en un aparcamiento de pago por horas (zona azul), por supuesto, no pongo ticket, donde lo voy a poner en la moto?, eso pienso yo, pero no lo debió pensar así el operario en cuestión, que nos dejo una denuncia que la vimos cuando llegamos por la tarde a recoger la moto. Ya me había pasado lo mismo hacia dos años, por lo que intuía que nos pasaría. A día de hoy, no tengo más noticias de ninguna de esas denuncias, que necesidad habrá de denunciar a las motos. Con lo fácil que sería destinar un trozo de aparcamiento exclusivo para motos. Bueno, ellos sabrán, después de estacionar la moto empezamos a dar el paseo por las calles de Venecia, donde es más que recomendable dejarse perder por sus callejuelas. 


Empezamos la visita.

Todo se mueve en barcas en esta ciudad.

Ana buscando una mascara en una de las innumerables tiendas de este tipo que hay.

El Gran Canal desde el famoso Puente de Rialto.

Las ambulancias, por supuesto, acuáticas.

En el Gran Canal siempre hay mucho tráfico, es agradable estar un rato en el Puente de Rialto contemplando el devenir de las embarcaciones.

Para moverse por el interior de Venecia a pie no es la única manera, las góndolas son una opción, pero son un poco caras, la otra opción es usar el Vaporetto, que no es más que un autobús acuático que a través de varías líneas recorre la ciudad, pasan cada pocos minutos. Nosotros hasta el Puente de Rialto desde la entrada llegamos a píe, pero desde este punto hasta la Plaza de San Marcos llegaríamos en Vaporetto.


Esperando a la llegada del vaporetto.

Navegando por el Gran Canal.







En primer término vemos la columna de San Marcos, detrás el bonito Palacio Ducal y al fondo la Basílica de San Marcos.

El Campanario de San Marcos, al lado, en primer termino el edificio de las Nuevas Procuradorías, en los bajos hay varias cafeterías, donde la consumición mínima ronda los 10€.

Bonita entrada a la Basílica de San Marcos.

Edificio de las Antiguas Procuradorías.

Al otro lado de la plaza, el Ala Napoleónica.

Otra vista de la Basílica y parte del Palacio Ducal.

Por cualquier callejuela que vayas te encuentras con góndolas y turistas, miles de ellos.

Basílica di Santa Maria della Salute.

Puente de Rialto.

Contemplando el tráfico por el Gran Canal, la barcaza grande que se ve es un vaporetto.

A través del Puente de la Libertad salimos de Venecia dirección el hotel en Mestre.

Otro día que se acaba, una cena en la ciudad de Mestre y a descansar al hotel. Mañana rumbo al norte, a Los Alpes.




7º día - 18 de junio de 2009

Venecia - Reith bei Seefeld


Tras desayunar emprendemos el viaje hacia al norte, en busca de las montañas que veíamos en la lejanía. El primer destino del día lo teníamos a unos 100 km, el curioso y bonito Passo de San Boldo. Por este paso decidí entrar a la zona de Los Dolomitas.


Camino del Passo San Boldo.

El Passo de San Boldo es un pequeño paso situado en Italia, antes se llamaba Passo Sant´Ubaldo ó Umbaldopass, separa por unos 17 km las localidades de Tovena y Trichiana, en la zona sur de Los Aples (Dolomitas), separando los valles de Mareno y Belluna. A lo largo de esa distancia debemos de pasar por 18 curvas "tornantes" (de horquilla).

Pero lo curioso de este paso lo encontramos llegando a la parte final, cuando delante de nosotros, en lo más estrecho de entre dos montañas vemos como la carretera se eleva introduciéndose en ambas montañas en estrechos túneles, cada uno de esos túneles es una curva de herradura de 180º escavada en la montaña. Para llegar a la cima debemos de atravesar 5 de esos túneles, unidos entre si por 6 puentes. Nos encontramos tres túneles en el lado izquierdo de la subida, y otros dos en el derecho. La carretera dentro de los túneles es estrecha, por eso la circulación es alterna siendo esta regulada por semáforos.

Decir que esta carretera se llama también "carretera de los 100 días" (Road of 100 Days), porque tan solo se tardaron 100 días en su construcción, entre febrero y junio de 1918, el ejercito austrohúngaro mandó construir este paso; en el trabajaban día y noche tanto prisioneros de guerra, como ancianos, mujeres e incluso niños de las poblaciones cercanas; a los hombres se les permitía ausentarse para ir a las tierras a recoger las cosechas.


La bonita parte final del Passo de San Boldo.

En esta foto se aprecian mejor los túneles y los puentes que comunican cada lado.



Los tres túneles del lado izquierdo.

El último túnel, o descendiendo es la 1ª Tornante.



Un buen lugar para contemplar el tráfico de la zona.

Plano de esta curiosa y bonita obra de ingeniería.

Dimos unas cuantas pasadas por este curioso paso, en una de ellas grabamos un vídeo, con una camada de fotos, con no muy buena resolución, pero bueno, se ve.




Tras un rato en este lugar, nos ponemos de nuevo en marcha dirección a la localidad de Belluno, estamos en la bonita región alpina de Los Dolomitas, buena parte de la ruta de hoy sería a través de esta espectacular región alpina.


Carretera SP 635, camino de Sant´Antonio Tortal.

Rodeados de grandes montañas.

Bonitos paisajes alpinos.





El antiguo trampolín para saltos de skí de Cortina d´Amprezzo, trampolín construido para los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados aquí en 1956.

Actualmente esta en desuso, nos lo encontramos a pocos kilómetros antes de llegar a la ciudad de Cortina d´Amprezzo.

Cortina d´Amprezzo, con los deportes de invierno.

En este lugar del Parco Naturale delle Dolomiti D´Amprezzo decidimos hacer la parada para comer un picnic alpino.

Mientras tanto, muchas motos subían y bajaban pasándoselo en grande.

En un entorno fantástico.

Misurina, uno de los lagos de Los Dolomitas.

Lago Dürrensee, otro de los lagos que hay en la región de Los Dolomitas.

Dejando el Lago Dürrensee a la derecha seguimos por la carretera SS 51 dirección Dobbiaco, pero antes, una señal me hace frenar (Nasswand), no sabía de lo que se trataba, pero paramos a ver lo que era.

Se trata de un cementerio de guerra, más en concreto un cementerio de la llamada Gran Guerra, no se llamo 1ª Guerra Mundial hasta que no hubo una segunda.

Paramos para visitar el lugar, el cual se encuentra en la ladera de una montaña, en mitad de un espeso bosque alpino, en este lugar se encuentran enterrados 1259 soldados que combatieron en la 1ª Guerra Mundial y cuya lengua materna no era el alemán.


La señal que me hace frenar

Cementerio de guerra.



Cementerio situado en la ladera de una montaña en mitad de un bosque.

Historia de este cementerio.

1259 soldados descansan en este lugar.

Lo encontramos al lado de la carretera.

Tras esta visita, seguimos camino dirección Dobbiaco donde giramos a la izquierda dirección Brunico.


Un día espectacular para montar en moto, y si encima es en un entorno así, es la perfección.

Carretera E 66, camino de Brunico (Bruneck).

A la orilla de la carretera paramos a probar una espcecialidad de Austria, aunque todavía estamos en Italia, Eis Café, delicioso en Austria, en cualquier sitio.

Rodando por la E 66, camino de Innsbruck.

Toca tomar de nuevo rumbo al norte dirección Innsbruck. Para llegar allí hay dos opciones, una por la autopista A 22 o la otra opción que es por carretera convencional, por la S 12, esta última sería, por supuesto, la elegida, una carretera en perfectas condiciones en la que vamos atravesando, de vez en cuando, pueblos.

La frontera entre Italia y Austria esta situada en el alto del Passo del Brennero, desde allí a Innsbruck son unos 37 km de distancia.


Próximo destino Innsbruck, pero, por carretera convencional, a disfrutar....

Todos conocemos a alguien a quien esta talla de casco le quedaría bien.

Ya en Austria, camino de Innsbruck atravesamos unos cuantos pueblos.

Arquitectura típica austriaca.

Tras un muy buen día de ruta, la torre y trampolín de saltos de skí de Innsbruck a la vista.

Tras llegar a Innsbruck tocaba buscar el lugar donde teníamos reservado un apartamento para las siguientes 4 noches, estaba en el pueblo de Reith bei Seefeld, a unos 12 km al norte de Innsbruck. Lo que paso es que este pueblo es muy pequeño y solo veía señales de Seefeld, a donde nos dirigimos, erróneamente, por supuesto. 

Seefeld es uno de los destinos tiroleses turísticos favoritos de los austriacos, en invierno por el ski y en verano por las muchas rutas de senderismo que hay. Al llegar allí nos dimos cuenta de la cantidad de complejos hoteleros que había, empezamos a buscar y nada, preguntamos a varias personas por el nombre del establecimiento que buscábamos y nada, nadie lo conocía. Era raro, paré en una gasolinera, aproveché para repostar y para comprar la "vignette", valida para circular por autopistas, en Austria se puede comprar dependiendo de los días que la vayas a usar, no como en otros países que la tienes que comprar para el año entero. En la gasolinera aprovecho y pregunto por lo que buscamos, tampoco lo conocen, pero me pide la hoja entera de la reserva y es cuando me explicaron que lo que buscaba estaba a unos kilómetros de allí, en el pueblo de al lado. Había pasado por allí y no lo ví, el cartel que lo indicaba era muy pequeño y la verdad, tampoco me habría fijado porque iba obcecado en Seefeld.

Al final encontramos la casa sin mayor problema, nos instalamos en un cómodo apartamento. Este día lo acabaríamos así, una cena en el apartamento y a descansar, mañana, más.


Consto encontrar el pequeño pueblo, pero ahora a descansar, mañana será otro día.

Continua en la 3ª parte