TT Isla de Man 2012 - Parte 5






Día 12

Isla de Man


Después de asimilar el contratiempo ocurrido con la policía ayer en Laxey intenté no pensar más en ello porque no ganaría nada, teníamos que disfrutar el tiempo que todavía teníamos por delante en este lugar y había que intentar olvidarlo hasta el lunes, y así hicimos. Era la primera vez en mi vida que me ponían una multa en la moto por exceso de velocidad, por lo que pensaba que no podía haber elegido mejor lugar para un estreno, de esta manera no se me olvidará jamás, aunque también pensaba que me hubiese gustado seguir sin multas de velocidad.

Pero bueno, había que ser positivo y seguir viviendo nuestra experiencia del TT. Hoy tocaba ver la carrera de Superbikes y Sidecars, y el punto elegido desde donde la veríamos era la famosa curva de Creg-ny-baa, un famoso punto para ver las carreras del TT, prácticamente en la última sección del circuito, al descender la zona de la montaña y a pocos kilómetros de la capital Douglas. Con el circuito cortado al tráfico llegamos allí por carreteras secundarias rodeando el circuito por el este.

Hoy madrugábamos porque esta mañana había dos carreras, la de Superbikes y otra de Sidecars, y había que ir a buena hora para coger un buen sitio para ver estas pruebas.

Llegamos a buena hora para coger sitio en la cuneta del lado izquierdo del circuito, la única en donde esta permitido el público, allí fuimos testigos de como se iban organizando y distribuyendo todos los marshalls y demás miembros de la organización. Teníamos un muy buen sitio, desde donde estábamos casi podías tocar a los participantes si estiras la mano a su paso. Un lugar en donde los participantes llegan muy rápido y ahí tienen que empezar a frenar fuerte para tomar la curva de este famoso punto a la derecha para encarar el último tramo que les lleva a la línea de meta. Primero Superbikes, nada menos que 6 vuelas al circuito, lo que es lo mismo, más de 360 km de carrera, y al rato siguiente la primera carrera de Sidecars, así que en aquella fría mañana nos pusimos cómodos porque teníamos motos allí para un buen rato, a disfrutarlo....









































Resumen en imágenes de las motos desde este punto también muy conocido del TT Mountain Course, Creg-ny-baa:




Y después de las motos los Sidecars empezaron a pasar por este mismo lugar....






























El resto de tarde pudimos disfrutar de la moto y si que pudimos dar alguna vuelta completa al circuito, con alguna parada de vez en cuando pero disfrutamos bastante.




Día 12+1

Isla de Man 


Hoy es domingo, amaneció el día lluvioso y muy gris. Este domingo que hay entre la semana de entrenamientos y la de la carrera se le conoce como Mad Sunday (domingo loco). Día en donde no hay ni competición ni entrenamientos, las motos de competición no ruedan pero si lo hacen los aficionados.

Antiguamente este domingo casi se les llegó a ir de las manos, el circuito lo abrían para que todos los aficionados pudieran rodar en el sin límites de velocidad y sin apenas control alguno, la mezcla se antoja explosiva, y claro que lo era, su negativa fama se la ganó por la cantidad de accidentes muy graves que se producían durante este día. Imaginémonos, el mayor y más peligroso circuito del mundo, en la mayor competición del mundo de velocidad en donde se le permite a los aficionados descargar toda la adrenalina acumulada en un circuito tan peligroso como este y sin límite de velocidad y con pocas normas...., la mezcla estaba clara y fue que muchas personas sufrieron accidentes muy graves; hoy el domingo loco es menos loco que antes pero todavía se puede disfrutar mucho de el. Sigue no habiendo límites de velocidad, pero sólo fuera de las poblaciones y en pocos lugares más, y ahora para controlar un poco las ganas de liberación de adrenalina de los aficionados son habituales la colocación de "chicanes", la presencia disuasoria de controles de policía y también se suprime algún carril en algún punto para disminuir así la velocidad, medidas lógicas que han conseguido disminuir considerablemente el número de accidentes.

Este día no había competición del TT por lo que lo dedicaríamos a dar más vueltas al circuito para ver si podíamos grabar alguna vuelta completa para mostrarla en esta publicación, también a recorrer la isla, pero lo primero que hicimos aquella lluviosa mañana de aquel desapacible día fue ir de nuevo al Grandstand para ver el ambiente. Después nos desplazamos al norte de la isla en donde en Ramsey presenciamos pruebas de aceleración, este día apenas pudimos tomar unas pocas de fotos por culpa de la climatología con la que habíamos amanecido, bastante suerte habíamos tenido hasta ahora con el tiempo ya que si que nos había llovido pero no había sido ni persistente ni en grandes cantidades. Mojarnos nos mojamos muy poco, pero fresco si que pasamos, y algunas ocasiones al estar destemplados la sensación de frío nos hacía sentir mucho más frío si cabía.

Hoy tocaba disfrutar del Mad Sunday....


















En la Isla de Man durante los días del TT casi puedes ver cualquier moto, del modelo que quieras, seguro que por allí la encuentras, por muy rara que sea. Incluso puedes encontrarte algo como la siguiente moto que allí encontramos aparcada en el Grandstand, la Millyard V10 Viper, la única unidad de esta moto obra maestra del ingeniero inglés Allen Millyard construida a partir de la base de un motor de coche, pero no de un motor cualquiera no, esta moto monta un descomunal motor, el mismo que se monta en el Dodge Viper, 10 cilindros y nada menos que 8000 cc de motor. Por supuesto tal despropósito tiene unas prestaciones espectaculares, alcanza una velocidad máxima superior a los 330 km/h y la potencia es de nada menos que 500 cv.

Todo en esta moto es grandioso, y sus dimensiones intimidan a cualquiera, no debe de ser fácil conducir tal monstruosidad con un peso superior a los 600 kg, y ya no digamos atreverse a exprimir al máximo el descomunal motor que monta.

Una de las motos sin duda alguna que más impacto me ha causado ver, y escuchar, por todo, por la exclusividad del modelo, pero también por las prestaciones y características de este monstruo de dos ruedas.












Imágenes de esta única moto que tuvimos la suerte de ver en el Grandstand del Mountain Course:





Después de ver un rato el ambiente del Grandstand nos fuimos a dar vueltas a la isla, y como no, al circuito del TT también, con máxima precaución por partida doble, primero por la cantidad de motos que también rodaban a ritmo mucho más rápido que nosotros y también porque el asfalto en el día de hoy no estaba en sus mejores condiciones debido a la lluvia, aunque a medida que fue avanzando el día hay que decir que fue mejorando mucho, y ni que decir tiene que en los pueblos circulábamos a la velocidad legal de 30 mph, nuestros 50km/h, por si acaso, porque con una ya tenía bastante.....

En una de las primeras vueltas al Mountain Course hicimos la visita en Bungalow a la estatua que preside el Mountain Course del Rey de la Montaña, siendo a día de hoy todavía el piloto más laureado de en el TT, con un total de 26 Joey Dunlop es el claro y merecido poseedor del título como el Rey del TT.


































Rodando por el trazado del TT nos podemos hacer una idea de lo peligroso que es cuando las motos compiten en el a la velocidad con la que lo hacen y hemos sido testigos durante los pasados días en en TT. Pudimos este día grabar una vuelta completa de las varias que dimos, aquí os dejamos con una vuelta completa realizada este día y que grabamos, una vuelta claro esta con el circuito abierto al tráfico, respetando señales, semáforos, límites de velocidad en donde los había, etc, una vuelta completa al legendario Mountain Course del TT de la Isla de Man:







Día 14

Isla de Man


Hoy era nuestro último día en la Isla de Man, al día siguiente dejaríamos la isla y emprenderíamos el camino de regreso a casa. El día de hoy estaba sin lugar a dudas condicionado por la visita que teníamos que hacer a primera hora de la tarde al Juzgado. Pero antes de ir a nuestra cita con el juez disfrutamos de alguna hora más de libertad.

Hoy también había alguna carrera, por la mañana y por la tarde, y entre medias teníamos que acudir al Juzgado. Otro día en otras circunstancias hubiéramos ido a ver las carreras a un lugar diferente  del que habíamos elegido días atrás pero sabiendo que seguramente no acabaríamos de ver las carreras de la mañana o íbamos a andar muy justos, decidí ir a ver la primera carrera al mismo lugar en donde habíamos estado el sábado, a Creg-ny-baa. Y así hicimos, por carreteras secundarias llegamos a la parte de atrás e este lugar por lo menos para ver algo aquella mañana antes de ir al Juzgado, no acabamos de ver una carrera y por la parte de atrás regresamos para Douglas para estar puntuales en nuestra cita.



















Llegó la hora de ir al Juzgado, primero buscamos el edificio en cuestión, gracias al plano que nos había gentilmente dado el policía lo encontramos rápido y después allí nos presentamos con la denuncia que el policía nos había dado. Al llegar nos llamó la atención la cantidad de aficionados que llegaban allí en sus motos, seguramente por lo mismo que nosotros porque durante todos los días anteriores habíamos visto no pocos controles de velocidad de los policías con la pistola de radar en muchos pueblos y habíamos visto a muchas motos paradas en dichos controles.

Nada más entrar por la puerta del Juzgado vemos que hay varias personas allí con carpetas en las manos, un empleado nos pregunta nuestra nacionalidad, al decir que somos españoles nos indica que no tienen traductor de español, que las personas que están allí son traductores, pero sólo tienen traductores de francés, italiano y alemán, que si necesitamos traductor tendrían que llamar a no se donde para ver si podía venir alguien. Les dijimos que no creíamos que hiciera falta, con nuestro inglés de E.G.B. íbamos a intentar arreglarnos porque lo que quería era marcharnos de allí cuanto antes, aparte de que a saber lo que tardaría nuestro traductor en llegar, igual al día siguiente se marchaba el barco y seguíamos allí esperándolo.

Al no querer traducción nos mandó sentarnos en unas sillas a la espera del juez para que hablara con nosotros. Un poco nerviosos por la situación y porque no decirlo, intimidados por el lugar en donde nos encontrábamos esperamos pacientemente, cuando llegó nuestro turno nos llamaron y nos metieron a una sala en donde conocimos a nuestro juez. Primero leyó toda la denuncia del policía y después me indicó para ver si le podía relatar lo acontecido, como pudimos le expliqué la verdad, que había salido de aquel puente, y que había acelerado la moto para subir marchas en aquella pequeña cuesta, le admití mi error y asumí la culpa. Al acabar mi explicación la cual entendió nos dijo que conocía el lugar en donde había ocurrido, que me entendía porque él tenía una CBR 900 y sabía de lo que hablaba pero que debíamos de tener cuidado al girar el acelerador porque una moto acelera muy rápido, lo entendió pero debía de imponerme una sanción por aquello, lo asumí ya que no quedaba otra, era culpable y me gustase o no debía de asumirlo.

Resultado, nos puso una multa económica de aprox. al cambio 280€, una cuantía elevada pero es que allí las multas según me dijo son muy costosas y dependiendo se puede llegar incluso a entrar en prisión.

Al salir la pagamos en las taquillas que estaban abarrotadas de personas y nos tocó hacer cola, sin duda es otra fuente de ingresos para este paraíso fiscal ya que ni me quiero imaginar la cantidad de dinero que durante el TT se recauda en multas.

Mi primera multa de tráfico por exceso de velocidad hasta entonces de toda mi vida, pero bueno, no se puede hacer otra cosa que asumirlo, pagar e intentar andar con más precaución.




Después de nuestra visita, experiencia y la visita guiada a los Juzgados de la Isla de Man, aunque a decir verdad no salí muy satisfecho con esta visita, resultó un poco cara, pero bueno, otra experiencia más para contar, otro recuerdo, caro recuerdo esta vez.

Ahora era definitivamente libre y sin cargas en este territorio, era primera hora de la tarde y decidimos ir a ver las pruebas que estaba a punto de empezar, como estábamos muy mal de tiempo no nos quedaba otra que ir a un punto conocido al que llegáramos con facilidad y a tiro fijo así que nos fuimos a ver la carrera de aquella tarde a la curva de la iglesia de Kirk Braddan, desde allí vimos la carrera de las motos eléctricas, una prueba que me resultó muy curiosa porque era la primera vez que veía motos eléctricas de competición y me llamó mucho la atención.

No se escuchan llegar, no hacen apenas ruido, tan solo un pequeño silbido y el ruido que hacen los neumáticos al rodar por el asfalto, pero eso si, alguna corre mucho, me llamó mucho la atención porque me sorprendió mucho lo rápido que rodaban por el circuito alguna de estas motos.









Después de ver esta carrera la actividad deportiva de aquel día no acababa y volvería a haber entrenamientos, lo único es que tardarían unas horas en volver a empezar, así que decidimos irnos por última vez de turismo, en este caso estando en el lugar que estábamos y sabiendo que después volveríamos a este mismo lugar a ver los entrenamientos nos fuimos camino del cercano sur de la isla para ver algún punto de allí.




Y hasta la localidad de Castletown llegamos, ciudad que acoge otra de las road races que se disputan en la Isla de Man. En este caso la Southern 100 carrera que se disputa anualmente en julio en este lugar, aquí es la salida y llegada de esta carrera que se disputa en el conocido como el Billown Circuit, circuito de 6,8 km y que recorre carreteras cercanas a este lugar. Al disputarse apenas dos meses después de estas fotos vemos como tanto las gradas para el público como las protecciones para los participantes ya están instaladas, desconozco si las dejan instaladas de un año para otro porque si que llama la atención que faltando dos meses este como quien dice todo el circuito montado.







Después nos dimos una rápida vuelta a Castletown antes de regresar a Douglas para ver por última vez alguna moto en el TT.










Antes de llegar a Douglas quería parar en un lugar "mágico" a donde también quería ir, y es el conocido Fairy Bridge (el Puente de las Hadas), lugar que dicen esta encantado y como todos los lugares encantados tiene su propia leyenda. La leyenda dice que si cruzas este puente y no saludas cordialmente a las hadas y duendes que habitan en el la mala suerte te perseguirá, y nosotros así lo hicimos, saludamos a las hadas y duendes esperando complacer sus deseos y que no nos persiga la mala suerte.....

Es costumbre que hasta este puente acudan tanto aficionados como pilotos del TT a hacer lo mismo en busca de buena suerte para la competición.




Seguimos hacia el mismo lugar en donde habíamos estado antes viendo la carrera de las motos eléctricas para ver la última prueba del día, en este caso, una nueva sesión de entrenamientos. Tras la cual cenamos en ese lugar una rica hamburguesa hecha por las monjas que cuidan la iglesia, una buena despedida del TT.







Ahora que veo la foto siguiente en la que se ve a muchos Marshal, o Comisarios de Pista como los conocemos en España, decir que su labor como la de todos los voluntarios de todas las competiciones es fundamental y son para mi una de las partes claves para la perfecta organización de cualquier tipo de pruebas.

Si ellos hacen su trabajo correctamente descargan al responsable de la carrera de una gran preocupación, los Marshal de la Isla de Man son voluntarios que sienten esta carrera como algo muy especial, lo que es. Decir que durante el tiempo en el que el circuito esta cerrado y hay competición, bien entrenamientos o carrera los Marshals adquieren automáticamente condición de autoridad, durante ese tiempo los Marshal se convierten básicamente en policías pudiendo actuar como tales. Se les otorgó esta condición hace años para controlar perfectamente a los aficionados en pos de la seguridad de la prueba, y lo hacen muy bien siendo el resultado un enorme respeto que por parte de los aficionados y demás se les profesa a cada uno de ellos, porque incumplir alguna de sus advertencias o mandatos podría conllevar alguna sanción imponiendo su condición de autoridad. 












Aquí el resumen de este día del TT en donde vimos las pruebas desde dos lugares. Creg-ny-baa y Braddan Bridge:




Después de finalizar estos entrenamientos nos fuimos para el Grandstand para despedirnos definitivamente del TT, para hacer las últimas fotos allí.

Poco a poco fue cayendo la tarde y nos retiramos a la casa para preparar lo mucho que había que meter en el equipaje porque al día siguiente emprenderíamos el viaje de regreso a casa.






La siguiente foto es la última foto que hicimos en la Isla de Man y la verdad es que no se me ocurre  ninguna foto mejor para acabar la crónica de nuestra estancia en el TT. A Ana le gustan las motos y la competición tanto como a mi y juntos disfrutamos mucho de estos días que pasamos en este fantástico lugar, un viaje que no olvidaremos jamás.




Nuestra experiencia en el TT simplemente nos encantó, haber estado allí durante todos estos días anteriores fue algo que siempre recordaré. Aquí nació una parte muy importante del motociclismo, del deporte que tanto nos apasiona, aquí nacieron las carreras de velocidad en el año 1907, esta es sin lugar a dudas la carrera más mítica y legendaria de todas las que se celebran en el mundo, y entendí porque los pilotos que participan en ella aman esta carrera. Los pilotos esta carrera la corren no para ganar millones de euros, ni buscan contratos publicitarios millonarios, ni para ganarse fama y prestigio mundial, sino que participan en ella por simple y puro amor por el motociclismo y por verdadero amor por este deporte.


Todos los pilotos de motos saben que su deporte es un deporte de riesgo, de alto riesgo, pero el riesgo de esta carrera es mucho mayor si cabe al de otras competiciones de motos, y allí, paseando aquellos días por el paddock, viendo a los pilotos pude comprobar lo que dije anteriormente, todos esos pilotos saben que cada día que se enfundan su mono de cuero para salir a competir en esta carrera se juegan mucho, se juegan lo más preciado que tienen, su vida, y a pesar de eso, a todos los participantes y a sus equipos se les veía y notaba en la cara la inmensa felicidad que tenían por participar en esta prueba. Durante los días que estuvimos por los boxes no vimos en ningún momento ni un mal gesto, ni nervios, ni un enfado, ni ninguna voz más alta que otra, todos los pilotos por muy conocidos que fueran son perfectamente accesibles dejando de hacer lo que estuvieran haciendo para atender a los respetuosos aficionados, cosas así te hacen sentir que lo que se respira en el TT es verdadero amor por el motociclismo, y así seguro se haya vivido esta carrera desde que existe.

Son muy grandes todos y cada uno de los pilotos que allí participan, hombre y mujeres, porque también hay alguna mujer que participa en esta prueba, para todos, desde el primero hasta el último, mi máximo respeto, para todos estos bravos pilotos que viven de esta manera el motociclismo y mantienen viva a pesar de todas las dificultades y críticas la mejor carrera de motos del mundo, para mi es nada más y nada menos que la madre de todas las carreras de motos.

Antes de venir a este lugar me gustaba el TT, pero ahora a pocas horas de marcharme de este mágico lugar siento incluso más pasión por este lugar y por esta carrera, por la cantidad de historia motociclista que hay aquí confinada en esta pequeña isla del Mar de Irlanda. Por su increíble, peligroso, grande, espectacular circuito, por los muchos rincones que conocimos y por los que nos quedaron por conocer, en toda la isla se respira el ambiente del TT. No es fácil llegar aquí, pero tampoco nadie dijo nunca que el Santo Grial del Motociclismo estuviera escondido en un lugar de fácil acceso.




Día 15

Isla de Man - Calais


Llegó el día de regresar, el día de decir adiós a la Isla de Man, madrugamos aquella mañana y recordando los días anteriores fue como despertar después de haber vivido un dulce sueño que me había encantado. Pero, por lo que pasó aquella mañana creo que esta isla tampoco quería que nos marcháramos, a escasos minutos de embarcar en el barco que nos transportaría en esta ocasión desde Douglas hasta Heysham me di cuenta que teníamos un problema, un gran problema.....

Tras cargar todo el equipaje en la moto la arranqué y notamos como del motor caían unas gotas de líquido, avería?, no me lo podía creer, estaba perdiendo anticongelante, como es posible que nos haya pasado esto ahora, me acordé del día de ayer y pensé, si ayer saludamos cordialmente a las hadas y duendecillos de Fairy Bridge?, y estuvimos allí un rato.

Porque esto ahora?, que mala suerte, cuando estamos a punto de salir para el puerto de Douglas ya que en unos minutos debemos de subirnos al barco. Ni que decir tiene que perder el barco hubiese supuesto un grave problema por dos motivos, porque no teníamos alojamiento para los siguientes días ya que la casa en donde estábamos hoy iba a estar ocupada por otros aficionados, y porque tendríamos muchos problemas para encontrar un pasaje en el barco en los siguientes días hasta acabar el TT, lo que supondría estar aquí atrapados aprox. una semana más, por lo que el problema precisamente no era pequeño....

Por lo que perdiendo anticongelante descartamos la opción de buscar un taller en Douglas, por todo lo comentado anteriormente y porque era muy pronto y no estaría nada abierto, así que fuimos directos sin tiempo que perder para el barco para salir de la isla lo antes posible y buscar una vez llegásemos a Inglaterra una posible solución a esta avería, que quizás sea un manguito roto o algo peor, porque lo que perdía claramente era anticongelante, pero no había localizado la avería porque mi prioridad era en aquel momento llegar al puerto lo antes posible para salir de allí.

Con ese problema llegamos al puerto para hacer el check in, por supuesto que constantemente iba pendiente de la temperatura y chequeando la pérdida para comprobar que no fuera a más. Montamos en el barco y ahora el problema de quedar atrapados en la Isla de Man estaba resuelto, tocaba pensar en la solución al problema de la moto que no era otra que buscar un taller o bien llamar a la asistencia si finalmente no se pudiera continuar, pero ahora tocaba descansar un poco en el barco, relajarse y en unas horas buscar solución.

Llegamos a Heysham aquella mañana, al desembarcar aparcamos la moto para comprobar la pérdida, seguía perdiendo cuando estaba la moto arrancada así que tocaba avanzar si o si porque por la tarde teníamos reserva en el Eurotunnel para atravesar a Francia y tampoco podíamos perder mucho tiempo.

Al avanzar hacia la ciudad de Lancaster por la carretera A683 vi desde lejos a la orilla de la carretera un concesionario de Honda, pero este era de automóviles, cuando nos fuimos acercando vimos que justo detrás de este había un concesionario de motos Honda, justo al lado de la carretera por lo que era el momento de parar ahí para que un mecánico le echara un ojo y nos dijera el estado de la moto para ver si podíamos continuar el viaje.

Aparcamos en la puerta y entré, al empleado de la recepción le expliqué como pude que teníamos un problema con el refrigerante de la moto y pregunté a ver si algún mecánico podía salir a valorar el problema. Así fue, un mecánico salió y vio lo que pasaba, me explicó que el problema no era ningún manguito roto sino que el radiador estaba dañado, tenía un pequeño orificio por donde perdía el líquido, al ver el problema porque si que se veía la fuga supimos que el problema era mayor que el que creíamos.

Le pregunté por soluciones ya que debíamos de continuar el viaje y quería saber las posibilidades de llegar así hasta España, me dijo que no veía ningún problema en viajar así, aunque me advirtió que en cada parada comprobase que la fuga no fuese a más y sobre todo que vigilara constantemente la temperatura, y por si acaso que llevase un bote de líquido anticongelante para durante el resto de viaje ir rellenando. Muy agradecidos por el trato que nos dieron y mucho más tranquilos nos fuimos de ahí y continuamos el viaje...




Y así después de esta parada en este concesionario de Honda en Lancaster continuamos el viaje de regreso, a cada parada comprobando todo y durante el trayecto revisando la temperatura y viendo a ver si las botas se impregnaban más de la cuenta de líquido anticongelante. Todo iba bien, todo controlado por lo que sin duda nos iba dando más confianza, vamos por la autopista dirección Londres, pero me desvío unos kilómetros para conocer otro de los templos del motor, el circuito de Silverstone, allí hacemos una breve parada antes de continuar.










Después el cielo se fue cerrando cada vez más y más acabando el resto del día hasta llegar al Eurotunnel con una lluvia bastante intensa y persistente durante varios cientos de kilómetros, atravesamos la gran circunvalación de Londres que entre la gran cantidad de tráfico y que llovía mucho se me hizo eterna..., y al llover mucho la única manera que tenía para ir comprobando que la avería no fuera a más tan solo tenía ir el nivel de la temperatura del motor que de momento no había subido más de lo habitual, de momento iba relativamente bien la cosa.

Llegamos al Eurotúnel casi de noche, seguía perdiendo líquido pero no había ido a más, cruzamos el Canal de la Mancha y al llegar a Francia dormiríamos en el mismo lugar en donde pasamos la noche días atrás, en las cercanías de Calais.









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