TT Isla de Man 2012 - Parte 3






Día 7

Liverpool - Isla de Man


Después de la fiesta de la tarde noche anterior en The Cavern, fiesta que sin duda nos había hecho cargar las pilas para afrontar nuestra próxima etapa del viaje en la que dejaríamos de hacer muchos kilómetros ya que dormíamos a escasos kilómetros del embarcadero de Liverpool desde donde aquella mañana zarparíamos rumbo a un sueño, rumbo a la Isla de Man.

Aquella noche en nuestro hotel si que durmieron motos que viajaban también al igual que nosotros al mismo destino, pero apenas fueron unas pocas, un par de motos italianas y muy pocas más.


Muy pocas motos aquella mañana en el aparcamiento del hotel en Liverpool.

Llegamos al embarcadero de la compañía Steam Packet que es quien opera la conexión en ferry con la Isla de Man con la antelación suficiente para no tener ningún problema de tiempo. A pesar de haber ido hasta este lugar el día anterior no tiene ninguna pérdida porque dicho embarcadero se sitúa justo al lado del conocido Royal Liver Building, uno de los edificios más conocidos de la ciudad de Liverpool. Desde el hotel no vimos muchas motos camino del ferry por lo que intuimos que no serían muchas las motos que viajarían hoy hasta Douglas, estaba totalmente equivocado, al llegar vimos muchas motos esperando allí el embarque y no paraban de llegar de otras direcciones.




Tras pasar el check in toca esperar un poco a que los operarios manden avanzar para ir colocando al lado del barco a todas las motos y demás vehículos que iríamos en ese viaje, tocaba esperar un poco pero a ninguno nos importaba en absoluto, al menos a mi que veía cada vez más cercano el sueño de pisar la Isla de Man, mi sueño de llegar a La Meca del Motociclismo cada vez estaba más cerca y sería cuestión de unas pocas de horas estar allí por lo que pacientemente esperamos junto a cientos de motos.
























Llegó la hora de embarcar las motos, en fila nos fueron introduciendo a todos en la bodega del barco, las íbamos aparcando y los operarios de la compañía las fueron atando una tras otra. En medio de muchas motos tocó nuestro turno de embarcar, me gustó ver el ambiente de motos y motos entrando a la bodega, una detrás de otra. Dejamos la moto allí y cogimos lo imprescindible para la travesía, nos subimos a buscar nuestro lugar, nuestros asientos reservados en este Fast Ferry que nos dejaría al zarpar aprox. 3 horas después en Douglas.

Nuestro barco es el Manannan, un enorme catamarán en cuya bodega puede llevar más de 200 vehículos, pero durante estos días del TT la inmensa mayoría de los vehículos que transporta son motos, y estas al ocupar mucho menos espacio que un vehículo normal esa cantidad se puede multiplicar unas cuantas veces, y así van unas cuantas veces cada día durante el TT los barcos que llevan aficionados desde Inglaterra a la Isla de Man, a los que hay que sumar otros tantos desde los otros puntos desde donde se puede llegar hasta Douglas.












El viaje se nos hizo muy corto, se nota que este fast ferry va a mayor velocidad que un ferry convencional y en aprox. 3 horas de salir de Liverpool llegamos a la Isla de Man. Habíamos cumplido un sueño y con mucha ilusión bajamos a la bodega a buscar nuestra moto y a esperar pacientemente a que las demás motos que había delante fueran saliendo por orden.









Y aquí el resumen en imágenes desde Liverpool hasta Douglas:




Ya estábamos en Douglas, tras esperar a que se desalojara el barco fuimos saliendo poco a poco de forma ordenada y bastante rápida. Antes de ir a buscar la casa en donde nos alojaríamos dimos un pequeño paseo de reconocimiento por Douglas, principalmente por Central Promenade, la principal calle que discurre paralela a la principal playa de Douglas, después como no pasamos por primera vez por el Grandstand, la línea de salida del TT.








Y nada más bajar del ferry, allí los encontré, desde 1972 fugados de la justicia por un delito que no habían cometido. Y si algún día los encontráis ya sabéis, "si tienes algún problema, y si los encuentras, quizás puedas contratarlos".





Después de la pequeña vuelta de reconocimiento a Douglas nos pusimos a buscar nuestra casa en donde nos alojaríamos durante los próximos días, al principio no fue fácil encontrarla porque la dirección que nos habían dado no la conocía nadie a quienes preguntamos, tampoco la tenía en mi antiguo navegador y costó bastante encontrarla. Al final paré en una gasolinera, a echar combustible y también aproveché para preguntar al chico que me atendió dentro, tampoco la conocía pero muy amablemente llamó a otra persona y ambos dedujeron que posiblemente aquella calle se encontrase cerca del propio circuito, apenas se conocía porque era una calle de una urbanización y que posiblemente se encontrase allí, y así era, nos dirigimos a aquella urbanización y efectivamente allí se encontraba.

Después de conocer a nuestra inquilina nos instalarnos en nuestro cuarto, era una casa unifamiliar y teníamos un cuarto para nosotros, sin grandes lujos pero si con lo suficiente para estar agusto. Dejamos nuestras cosas y al rato ya estábamos listos para empezar a disfrutar de nuestra estancia en el TT. Aquella tarde había entrenamientos y los veríamos en un famoso punto del trazado, cerca de la casa en donde estábamos, una de las primeras curvas del enorme circuito del TT, esta tarde veríamos el TT desde la Iglesia de Kirk Braddan, situada al lado de la famosa curva chicane conocida como Braddan Bridge. Sentados en los añejos bancos de madera que hay en la pradera que esta justo al lado del cementerio de la vieja iglesia vimos aquella pasar varias categorías competitivas incluidos los Sidecars.


















































En la iglesia nueva descubrimos que en su interior las monjas preparaban unas hamburguesas deliciosas por lo que después de los entrenamientos ya sabíamos donde cenaríamos ese día.





















Un poco de fiesta para finalizar nuestro primer día en la Isla de Man, aunque decir que al menos aquel año todos los bares y fiestas se acababan a medianoche por orden del Gobierno de la Isla, siendo imposible encontrar nada abierto más allá de medianoche arriesgándose a fuertes sanciones si se incumplía esta norma.


Resumen de nuestro primer contacto con el TT desde la zona de Braddan Bridge:




Después de conocer un poco más el ambiente nocturno de Douglas a descansar, al día siguiente, más...




Día 8

Isla de Man


El día de hoy veríamos las pruebas clasificatorias desde otro lugar, pero hasta la tarde, que es cuando se realizan cada día los entrenamientos teníamos tiempo de dar algún paseo por la isla para ver alguna cosa más.

Para empezar el día volvimos a la zona del Grandstand, donde se ubica la permanente grada principal que hay en la línea de salida y también de meta del circuito del TT, justo detrás del Grandstand se ubican los boxes de todas las categorías que participan en el TT. Los boxes son de libre acceso para todo el público y en ellos puedes disfrutar del trabajo de los mecánicos para poner cada día la moto a punto para las pruebas. En los boxes te encuentras sin ningún problema con las grandes estrellas de esta carrera, los pilotos, todos muy accesibles y que muy amablemente atienden a todos los aficionados. Allí estamos un buen rato perdiéndonos por sus numerosas carpas de los equipos.






























































Este día coincidimos allí con Antonio Maeso, nuestro representante español por aquel entonces corredor del TT, y quien como no podía ser de otra manera recordaba con cariño su participación en la carrera de La Bañeza. 








Después del paseo de la mañana por los boxes tocaba un poco de turismo por la isla, hoy iríamos al oeste de la isla, a la localidad costera de Peel, en donde visitaríamos una exposición sobre la historia del TT, con motos que habían participado en esta prueba, incluso motos ganadoras en más de una edición el TT, exposición que además cuenta con diverso y auténtico material sobre la historia de esta carrera desde sus inicios en el año 1907, y por lo tanto, historia del motociclismo.











































Después de viajar en el tiempo y conocer un poco más la historia del TT nos fuimos a la cercana zona del puerto en donde al lado de este, en la Isla de San Patricio se levanta el Castillo de Peel, castillo originalmente construido por los vikingos.





















  




Después de la visita a Peel volvimos dirección Douglas hasta que llegamos a la famosa curva Ballacraine, un ángulo de derechas espectacular. Allí decidimos intentar dar nuestra primera vuelta completa al circuito pero nuestro primer intento resultó un fiasco, al llegar a un punto la policía tenía cortada la carretera por haber ocurrido un accidente más adelante y estaban desviando el tráfico por carreteras secundarias resultándonos imposible dar la vuelta completa al Mountain Course, habría que intentarlo en otra ocasión..






 






De vuelta a Douglas se acercaba la hora de los entrenamientos de aquel día y esta vez la intención era verlos desde uno de los puntos más espectaculares de todo el circuito. En la primera milla del recorrido encontramos la zona de Bray Hill, es una zona muy rápida que atraviesa la ciudad de Douglas, es una bajada larga y brutal con una pendiente del 30% en donde a la parte más baja los pilotos llegan en 6ª marcha con el gas prácticamente a fondo habiendo al final una ligera curva a derechas en donde se inicia la subida, justo en ese punto hay un bache en el cual muchas motos rozan con la panza del carenado en el suelo, e incluso con la estribera, espectacular punto en el que hay que recordar que las motos llegan ahí a aprox. 280 km/h.

Es muy recomendable que a diario, cuando se decida en que lugar del circuito se verá ese día el TT se llegue con una antelación suficiente para asegurarte de encontrar una buena ubicación ya que de lo contrario la visión probablemente no sea tan buena como gustaría.

Además mientras se cierra el circuito totalmente al tráfico no te aburrirás ya que el desfile de motos y demás vehículos será constante llegando la hora de comenzar muy rápidamente.




















Impresionante sentir las motos rugir a lo lejos acercarse tras pasar por la recta de meta, verlas y oírlas bajar esa larga y pronunciada cuesta de Bray Hill llegando a su punto más bajo en sexta marcha y con el gas a fondo a unos aprox. 280 km/h, los pelos de punta sentir como algunas hacen tope de suspensiones y arrastran por el suelo partes metálicas a esa velocidad oyéndose y viéndose como saltan chispas, como en el siguiente ejemplo:












Después de ver la primera parte de los entrenamientos en Bray Hill aprovechamos la cercanía del Grandstand para acercarnos hasta la línea de salida para ver allí la última parte de las pruebas de aquel día, en concreto la categoría de Sidecars, viendo desde esta tribuna la actividad que hay en el pit lane y aprovechando de que ese día la entrada al Grandstand era gratuita, no quisimos perdernos esa oportunidad.

















El resumen en imágenes de parte de lo que vivimos en estos dos puntos del circuito, en Bray Hill y el Grandstand:




Cae la tarde y aprovechamos los últimos rayos de luz para hacer alguna otra foto por el circuito y nos retiramos a descansar.








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