2014 - Pirineos en moto - 6º día





6º Día, 19 de septiembre


ROSES - ROSES (126 km)



Después de desayunar en el hotel, abarrotado de gente porque compartían comedor dos hoteles, el día lo íbamos a empezar en la cercana ciudad de Figueres, y más en concreto en uno de los museos más visitados de España, el Teatro Museo Dalí.

Con una calurosa mañana nos dirigimos hacia Figueres, se intuía que hoy sería un día caluroso por lo que en el plan de hoy habría que incluir un rato de playa para refrescar el cuerpo, pero primero al museo.

El Teatro Museo Dalí se encuentra perfectamente señalizado en el centro de la ciudad de Figueres, llegamos y aparcamos. Recuerdo que había mucha gente alrededor del museo, y en el interior, pues, lo mismo. Compramos las dos entradas (21€), y tras una larga cola accedimos al interior. En el museo estuvimos gran parte de la mañana, recorriendo las diferentes salas, donde puedes ver, cuadros, esculturas, hologramas, joyas y otras obras que, prácticamente, no dejan indiferente a nadie, seguidamente, unas cuantas fotos del lugar.


Llegada al museo.

Entrada al Teatro Museo Dalí, mucha gente.

Patio descubierto en el interior del museo, en el centro del mismo, su Cadillac.

Alrededor de este patio, varios pisos donde descubriremos diferentes estancias y galerías donde contemplar y admirar obras de este genial artista.

En cualquier rincón puedes encontrar una obra.

Vemos obras de todo tipo.

Cadillac que utilizaba Dalí.

Un....., bueno, calificarlo otro, yo no puedo (se) decir que es esto.

Vemos su cama.

Bonito techo de unas de las estancias del museo.

La principal sala del Teatro Museo Dalí con un gran cuadro.

Bóveda sobre la principal sala del teatro.

Gran obra jugando con la perspectiva. 

Mucho gente en el interior del museo.

Los huevos, un símbolo que Dalí repetía en muchas de sus obras.

39ºC, el día esta pidiendo playa a gritos.

Exterior del Teatro Museo Dalí.

De Figueres y viendo que se acercaba la hora de comer nos volvimos para Roses, pero antes quería ver su cercana Empuriabrava, lugar que nos gusto mucho. Abajo unas cuantas fotos de este bonito lugar donde debe de ser un placer tener tu pequeño barco amarrado en la puerta trasera de tu casa, de allí al mar abierto en unos pocos minutos. 


















A las horas que son ya va tocando comer, por lo que decidimos irnos a comer a la playa, descansar un poco, darnos un chapuzón y luego disfrutar de lo que quede de día. Antes damos una pequeña vuelta a la Ciudadela de Roses, recinto amurallado que antiguamente servía para proteger a la ciudad.


Exterior de la Ciudadela de Roses.

Puerta de entrada principal a la Ciudadela.

Parte trasera de la Ciudadela.

Que a gusto, un poco de descanso y un baño para refrescarse.

Panorámica de la principal y extensa playa de Roses.

Pequeño barco velero enfrente de la playa de Roses. Creo que este no entra en los canales de Empuriabrava, le costaría girar en alguno de ello.


Después de la comida y de un buen rato de descanso nos dirigimos, para acabar el día a la zona del Parque Natural Cap de Creus. Para ello, desde Roses vamos por la carretera Gl 614, una muy revirada y divertida carretera que cruza el parque natural antes citado, no tiene arcén y si mucho tráfico. La chica de la recepción del hotel nos advirtió de esto y de que esta carretera era usada por los moteros más quemados del lugar para sus entrenamientos libres los fines de semana, bueno, no me lo dijo con esas palabras, pero si que me lo dio a entender.


Al fondo, vista de la localidad de El Port de la Selva desde la carretera Gl 614.

La bonita localidad de Cadaqués a la vista.

Cadaqués.

Sin parar ahora en Cadaqués seguimos una carretera señalizada que empieza en esta localidad y que acaba en el famoso Faro de Creus, que todos recordamos de pequeños haber estudiado el Cabo de Creus como el lugar más oriental de la Península Ibérica, y es allí donde quería llegar, tenía ganas de conocer este lugar y no me defraudó en absoluto. Para llegar al Faro desde Cadaqués hay que seguir una carretera de unos 14 km a través de una zona donde prácticamente no hay nada, solo vemos un paisaje de rocas con poca vegetación y el cercano Mar Mediterráneo donde de vez en cuando también podemos ver alguna cala donde se debe de estar muy tranquilo.


Camino del famoso Faro de Creus.

Faro de Creus.

Vista desde el mirador del Cap de Creus.

Panorámica del lugar.

En el punto más oriental de la Península Ibérica.

Carretera que lleva al Faro de Creus.

Después de estar un buen rato en el Cap de Creus volvemos por donde hemos venido para antes de parar en Cadaqués hacer una parada en el bonito y tranquilo pueblo de Portlligat, famoso porque es allí donde vivía Salvador Dalí y allí podemos ver su casa fácilmente distinguible de las demás por estar adornada, como no, con huevos en su tejado. Esta casa también se puede visitar y en ella hay un pequeño museo.


Portlligat, a la izquierda de la foto, la casa de Salvador Dalí.

Portlligat, bonito y tranquilo pueblo al lado de Cadaqués.

Y de Portlligat, visita obligada a la preciosa Cadaqués, famosa por ser la localidad más oriental de la península Ibérica y también como vemos en las fotos, por su belleza.


Cadaqués, precioso lugar.

Una pequeña playa en Cadaqués.

Un pequeño descanso, unas fotos y unas......

cervecitas.

Que lujo tomarte una caña en un sitio así, con estas vistas.

Que tranquilidad y que relax.

Lo que digo, la "mar" de a gusto.

Después de un rato más en la preciosa Cadaqués nos volvimos para Roses llegando ya de noche al hotel, cena y a la cama que mañana nos despediríamos de esta bonita zona catalana del Alto Ampurdán.


Continua en:

http://unavidaenmoto.blogspot.com.es/2015/01/2014-pirineos-en-moto-7-y-8-dia.html

2014 - Pirineos en moto - 5º día





5º Día, 18 de septiembre


BAGNÈRES DE LUCHON - ROSES (413 km)



Amanecía este día y nosotros casi a la par, habíamos dejado las cortinas de la habitación abiertas para que hubiese un perfecto "despertare naturale" en pleno corazón de Los Pirineos, y así fue.

Tras recoger y montar de nuevo todo el equipaje en la moto salimos para realizar otra ruta pirenaica, esta vez la ruta nos dejaría en la costa catalana, más concretamente en la gerundense localidad de Roses.

Listos para un nuevo día de ruta.

Saliendo de esta ciudad en una gasolinera aproveché para repostar, en este caso la moto y como tenían un bar también repostamos nosotros que no desayunamos en el hotel.

Aprovechamos la parada para desayunar.

Salimos de esta ciudad sobre las 10:00H, la ruta de hoy sería casi en su totalidad a través de carreteras nacionales y secundarias francesas. Primer destino del día, la carretera D618 para pasar el puerto del Col des Ares, la subida es suave y no muy pronunciada, este puerto en su cumbre no tiene una gran altitud, no llega a 1000 m, cuando la gran vegetación que hay nos permite ver el entorno, las vistas no son tan espectaculares como hemos contemplado días atrás, pero también son bonitas. Al pasar el Col des Ares a los pocos kilómetros pasamos casi sin darnos cuenta el Col de Buret, sin dificultad alguna. El día climatológicamente hablando esta siendo muy bueno, nublado aunque con buena temperatura, y de vez en cuando el sol brilla con fuerza cuando consigue abrirse paso entre las nubes, creo que al final lo conseguirá por completo.

Hacia el Col des Ares.

A medida que vamos ascendiendo este pequeño Col des Ares y cuando la vegetación lo permite, vamos teniendo buenas vistas del entorno.

Por todos los puertos encontramos información, pensada sobre todo para los ciclistas.

Al sol le costaba asomarse entre el nublado cielo.

A ratos lo conseguía, consiguiendo convertir la mañana en perfecta para montar en moto.

Descendiendo el Col de Buret y sin dejar esta misma carretera D618 seguimos unos 40 km hacia la ciudad de St. Girons, pero antes debemos atravesar el Col de Portet d´Aspet; pero en esta zona la vegetación es muy espesa y aunque el sol calienta la carretera hasta el alto de este puerto esta muy mojada y resbaladiza, ya que hay muchas hojas caídas, por lo que hay que extremar la precaución.


Camino del Col de Portet d´Aspet.

Iniciamos la subida al Col de Portet d´Aspet

Aquí todavía no han llegado los rayos del sol.

Alto del Col de Portet d´Aspet.

Vista desde el alto, el sol poco a poco va ganando espacio.

Seguimos sin novedad por esta carretera D618 hacia St. Girons, donde buscamos la carretera nacional N117 por la que seguimos unos pocos kilómetros hasta que nos desviamos en la carretera D119 dirección el primer gran punto de interés de la ruta de hoy, se trata de la Grotte du Le Mas D´Azil.

Tenía ganas de visitar ese lugar, el pasado mes de mayo regresando de Los Alpes quise atravesarla pero estaba cerrada por obras de mantenimiento, por lo que me tuve que dar media vuelta a menos de un kilómetro quedando con las ganas de verla, hoy era el día que quería sacarme esa espinita, a ver si había suerte...

Antes de llegar a la gruta nos encontramos con una iglesia con curiosa arquitectura, se llama Iglesia de Raynaude y como vemos en las fotos es, cuanto menos, curiosa, de allí a la entrada sur de la gruta hay muy poco.

El siguiente objetivo, La Grotte de Le Mas D´Azil.

La Iglesia de Raynaude.

A los dos kilómetros aproximadamente de pasar esa curiosa iglesia nos encontramos con la entrada de una gran cueva, en la que se adentra la carretera por un hueco de 51 m de alto y 48 m de ancho durante más de 400 m; hasta ahí la cosa es normal, esta cueva es un gran túnel natural, de las pocas cuevas prehistóricas* que son atravesadas por una carretera abierta al tráfico, esta maravilla natural ha sido excavada durante milenios por el río Arize que la atraviesa. La cueva es muy grande, en su interior se han hallado muchos restos prehistóricos y se pueden realizar visitas. En el interior de la cueva hay un lugar donde se pueden adquirir las entradas para visitar esta cueva y comprar algún recuerdo. Este lugar merece la pena ser visitado. 

Entrada sur a la Gruta de Le Mas d´Azil.

Allá vamos!!!, a ver lo que hay dentro....

Interior de la gruta.

Aquí se pueden comprar las entradas para visitar los vestigios prehistóricos, en la parte superior.

A la izquierda el río Arize, a la derecha la carretera, en la parte superior la cueva visitable.

La cueva existía antes de que llegara el hombre a Europa.

 El lugar merece una visita, sin duda.

Un pequeño paseo por el interior de la gruta.

Bonito lugar, muy recomendable.

La carretera además con poco tráfico.

Bonito lugar, nos gustó mucho.

Un lugar al que sin duda alguna no me importaría volver e intentar la visita completa.

Pero tras la breve visita a este lugar, era hora de proseguir ruta, hacia la próxima ciudad de Foix, desde allí dirección Perpignan siguiendo la carretera N117 por donde buscaríamos un lugar para parar a comer y seguir la ruta atravesando varios puertos de escasa dificultad y el bonito paraje llamado El Desfiladero de Pierre-Lys (Dèfilé du Pierre-Lys), garganta horadada por el río L´Aude y por cuya curvada y divertida carretera nos encontrarmos con paredes de roca que llegan a los 300 m de altura. 

N117

Por la N117 bajando el Col du Portel dirección Quillan.

Y parada a comer.

Entrada al Desfiladero de Pierre-Lys, abajo alguna foto más de este bonito tramo de la N117.











Pasado este punto del Desfiladero de Pierre-Lys, nos dirigimos al pueblo de St. Paul de Fenouillet, donde cambiaremos de carretera a la izquierda para ver algo que también llevaba tiempo con ganas de ver, las impresionantes y espectaculares Gorges du Galamus. Desde el citado pueblo y para llegar a este espectáculo natural debemos de adentrarnos por la carretera D7 algo más de 10 km. 

Las Gorges du Galamus se encuentran en el corazón del macizo de Fenouillèdes y son un punto tremendamente espectacular donde nosotros nos entretuvimos un buen rato, merece la pena recorrerlas varias veces en ambos sentidos, parar y admirar la belleza que las aguas del río Agly han conseguido hacer milenio tras milenio. Decir que es un lugar protegido y que en verano debido a la alta afluencia de tráfico se puede establecer circulación alterna, nosotros no la tuvimos y por esa razón se ha de extremar la precaución a la hora de conducir por este lugar, carretera muy estrecha, apenas 2 m de ancho, y una señal avisa que hay que extremar la precaución por el fuerte viento que te puedes encontrar en este tramo de algo más de 2 km, precaución sobre todo a ciclistas, peatones y a motos.

Desde St. Paul de Fenouillet y antes de entrar en la garganta hay una gran explanada a la izquierda, merece la pena aparcar allí y ver otro sitio espectacular que hay en este lugar, la ermita de San Antonio de Galamus, donde podremos admirar esta ermita dominando el río Agly "colgada" sobre la pared, muy recomendable, sin duda.

Circulando por la N117, señales que nos anuncian las preciosas Gorges du Galamus.

Para llegar, seguir indicaciones en St. Paul de Feouillet.

Carretera secundaria.

Un poco de paciencia, algo más de 10 km.

Vamos ascendiendo.

St. Paul de Fenoillet se ve en la lejanía.

Antes de llegar vemos a San Antonio de Galamus en un improvisado altar de piedra a la orilla de la carretera.

Explanada donde merece la pena observar lo que desde su mirador podemos contemplar.

Ojo a las medidas de este tramo de carretera.

Carretera de doble sentido, mucha precaución a lo que nos encontremos tras las curvas ciegas.

Como vemos, el murete que hace las veces de guardarrail apenas es más alto que la rueda de la moto, así es durante todo el recorrido.


Impresionante y espectacular paraje, arriba de la foto se puede ver, en pequeñito, un coche blanco, para darnos cuenta de las proporciones del entorno.


Vertiginosa carretera, espectacular!!!!

Carretera serpenteante y muy estrecha, apenas cabe un coche en algún punto.

La carretera se abre paso en esta garganta al filo del abismo de sus precipicios.

Llegando al final del tramo, aún así vemos como todavía hay mucha altura desde la carretera al fondo, por donde transcurre el río Agly.

Precioso lugar.

En el mirador se hace obligada la visita para contemplar el Ermita de San Antonio de Galamus, si se quiere se puede visitar accediendo a ella a través de una senda que sale desde este mismo punto.

"Colgada" de la pared vemos la bonita y pequeña Ermita de San Antonio de Galamus.

Aquí la vemos mejor, y a la izquierda, parte superior, vemos la ruta que se adentra en las Gorges.

Después de estar un buen rato contemplando y admirando este lugar, salimos por el lado norte de las gorges, la intención es volver a la N117, no volviendo deshaciendo el camino, si no que rodearemos por la D14 para ver dos de los castillos llamados "Cataros" que se encuentran en esta zona, el Castillo de Peypertuse y el Castillo de Quéribu, para ello por esta carretera cruzamos varios puertos de montaña sin ninguna dificultad.

D14 dirección Este.

Vista desde la carretera del Castillo de Peypertuse 

En lo alto de la montaña esta ubicado este castillo.

El rodeo que vamos a dar es entretenido a través de una carretera secundaria.

Rodeando la montaña tenemos otra vista 

A lo lejos se ve en lo alto de aquella montaña el Castillo de Quéribu.

Acercando el zoom vemos la ubicación, al borde de un acantilado, incluso se ve a gente visitandolo.

Carretera que lleva al Castillo de Quéribu.

Desde lo alto del Grau du Maury, preciosa vista de la zona. 

Bajando hacia Maury el Castillo de Quéribu queda en la lejanía, dominando desde su estratégica posición toda la zona.

En la localidad de Maury giramos a la izquierda, por la N117 dirección Perpignan para luego entrar en España por la frontera de Le Perthus, mitad de la ciudad española y mitad francesa, sitio que nos llamó la atención por la cantidad de tiendas que había en su calle principal, muchas tiendas, incluso de ropa de motos, aunque predominaba las tiendas de tabaco y alcohol. Desde allí por la vecina La Junquera, luego Figueres y finalmente la ciudad de Roses, donde pasaríamos las dos siguientes noches.

Un muñeco gigante de mini-golf nos saluda cerca de Roses.

Así, aquella tarde llegamos al hotel de Roses, nos instalamos y salimos a dar una vuelta para conocer el lugar, unas cervecitas, una cena y a la cama, mañana sería otro día.



* El hecho de que una cueva prehistórica sea atravesada por una carretera no solo ocurre fuera de España, en nuestro país, más en concreto en Asturias, tenemos otro claro ejemplo parecido al francés. Se trata de la llamada "Cuevona", la carretera que atraviesa esta cueva es el único punto de acceso que tiene el pueblo de Cuevas, se encuentra cerca de la localidad de Ribadesella. Con aproximadamente 250 m de recorrido la carretera se adentra en una "preciosa" cueva en la que podemos ver estalactitas y estalagmitas que se han ido formando a través de milenios. Para mi gusto, la cueva asturiana es más bonita que la francesa, diferentes, bien es cierto que la francesa es más grande y en su interior hay una gran cueva visitable, pero la belleza de la "Cuevona" es, sin duda, espectacular.

Seguidamente unas cuantas fotos de la cueva asturiana, para ver las diferencias: