2016 - Los Alpes en Moto - 10ª parte (Días 20 y 21)



20º día - viernes 26 de agosto

GOLLING AN DER SALZACH



377 km


A las 8:30H salimos del hotel dispuestos a disfrutar de nuestro último día en este ubicación antes de cambiar al día siguiente, por lo que hoy todavía tenía lugares por esta zona que me gustaría ver y recorrer antes de marchar.

Como primer punto destino de hoy nos dirigimos al país vecino de Alemania, cuya frontera la tenemos a unos escasos 20 kilómetros para rodar y disfrutar así de una carretera la que tenía ganas de conocer desde hace tiempo, la carretera circular Rossfeld Panoramastrasse. Para llegar a ella nos dirigimos a la ciudad próxima de Hallein, en donde nos desviamos para llegar a dicha carretera, la cual transcurre casi por completo por territorio alemán.


En lo alto de la montaña que tenemos justo en frente se situa el punto más elevado de la carretera Rossfeld Panoramastrasse, hacía allí que vamos.

Pero no somos los únicos que recorreremos esa carretera alpina.

La carretera circular Rossfeld Panoramastrasse se trata de una pequeña carretera abierta todo el año de apenas 16 kilómetros que transcurre por los llamados Alpes de Berchtesgaden, que son un grupo de montañas de los Alpes calizos septentrionales, recibiendo ese nombre por la ciudad que esta prácticamente en su centro. Es una carretera de peaje con el que se financia el mantenimiento de la misma y mejoras que se realizan en la misma teniendo dos cabinas de peaje. Nosotros entramos por el lado norte y vamos ascendiendo rápidamente hacia la parte más alta de esta carretera donde nos detendremos un rato, pero antes no podemos dejar perder las vistas que esta subida nos brinda para nuestro deleite, viendo incluso en la lejanía la ciudad de Salzburgo, dejándonos una espectacular vista de todo ese valle, esta ciudad y las montañas cercanas. Todo un espectáculo visual en un día perfecto para rodar en moto, por lo que no podíamos pedir mucho más.


Hacia la carretera Rossfeld, empezando a recorrerla camino del peaje.

Así es la carretera circular Rossfeld, a disfrutarla.

El gran macizo alpino Göll de 2522 m de altura.

Vista de la ciudad de Salzburgo ascendiendo por la carretera Rossfeld.

Parte más elevada de esta carretera Rossfeld, al fondo el imponente macizo Göll.

En la parte más elevada de esta carretera la parada se hace inevitable en el punto panorámico para disfrutar del espectáculo visual que tenemos ante nosotros, por un lado tenemos una vista incomparable del Valle del Salzach, por donde un rato antes habíamos rodado camino de este punto, y en donde veíamos a lo lejos todos los pueblos del valle, pero si nos giramos en este mismo punto, a la derecha tenemos una visión espectacular del imponente y cercano macizo de Göll, una inmensa mole de roca de 2522 m de altura.


El precioso Valle del Salzach.

Al fondo, el macizo de Göll.

Preciosa vista de este colosal macizo de Göll.

Tras la pausa para admirar el paisaje, seguimos recorriendo esta carretera, desde este punto ya vamos descendiendo disfrutando mucho del agradable paseo rodando por esta carretera.








Vista de la ciudad de Berchtesgaden.

Carretera circular Rossfeld completada.

Acabado el recorrido por esta carretera seguimos rodando por carreteras de esta zona, ahora en busca del conocido como "El Nido del Águila" y es el refugio y residencia alpina que utilizaba Hitler y que se encuentra en esta zona de Los Alpes Bávaros, llegamos hasta el aparcamiento del centro de visitantes de Obersalzbergque, y desde este punto para llegar a la cima donde se ubica este refugio residencia nos separan algo más de 6 kilómetros, pero el acceso a los vehículos esta prohibido pudiendo llegar al  Kehlsteinhaus (nombre en alemán del refugio) solo de dos maneras, o bien con una buena caminata de unas horas, o bien utilizando los autobuses lanzadera que llevan a los turistas hasta unos metros más abajo del refugio, al que se accede mediante un ascensor excavado en la montaña.

La visita completa a la que fue la residencia de retiro de Hitler en los Alpes Baváros la dejaríamos para otra ocasión, por esta vez nos conformaríamos con rodar por esta bonita y divertida zona donde pudimos disfrutar de los bonitos paisajes que teníamos alrededor.


Alpes Baváros.



Desde esta zona regresamos al punto de partida de aquella mañana, a Golling atravesando un bonito bosque alpino por una estrecha, divertida y solitaria carretera que nos dejó en las proximidades donde unas horas antes habíamos iniciado esta jornada.








El siguiente destino del día era un destino que quería visitar un día como el que estábamos teniendo hoy, un día despejado para apreciar toda la majestuosidad del Macizo Dachstein, una colosal formación montañosa cuyas cimas son las más altas de esta región austriaca. Llegando a esta impresionante formación montañosa, kilómetros antes se nos presenta antes nosotros apreciando perfectamente desde un mirador cercano el fantástico espectáculo que tenemos ante nosotros, un espectáculo que merece la pena ser observado y disfrutado unos minutos antes de seguir.














A la cima del Glaciar Dachstein que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO se puede acceder a través de un teleférico y una vez en la cima se puede disfrutar durante un buen rato en esta montaña ya que entre otros atractivos se puede visitar una cueva de hielo, un puente colgante o incluso pasear por el Glaciar Dachstein, aparte de tener la oportunidad de ver Los Alpes desde varios miradores que hay en la montaña, donde dicen que se ven más de 100 picos alpinos siendo uno de los puntos turísticos principales de la zona.

Llegamos a la estación desde donde parten los teleféricos que nos llevan en unos minutos hasta la cima del glaciar desviándonos de la carretera 320 hacia Dachstein por una carretera de peaje, un peaje que si presentas el ticket del teleférico es gratuito. Cogemos el ticket del peaje y recorremos los pocos kilómetros que nos separan de la estación del teleférico.












Pero, una vez aparcada la moto vamos a las taquillas para comprar los tickets y la sorpresa es que no había ni una sola plaza libre para subir en el resto del día, ni en lo que quedaba de mañana ni por la tarde, ni una sola. Muy amablemente la chica de la taquilla nos dice que deberíamos de haberlas reservado el día anterior por internet o bien reservarlas hoy para volver al día siguiente, pero que hoy sería imposible subir pese a mi insistencia de que podíamos esperar para ver si en alguno de las subidas siguientes hubiese algún hueco de alguna baja de última hora y ocupar nosotros su lugar, pero no hubo manera de poder subir a la montaña Dachstein aquel día.

Con la decepción propia de aquella situación emprendimos el regreso por la misma y única vía por la que habíamos accedido un rato antes. Cuando iba llegando al peaje mi pregunta era, ahora tengo que pagar el peaje?, porque en la cabina de peaje cuando entramos nadie nos advirtió de que si no teníamos reserva no podríamos subir al glaciar este día?, eso tampoco me pareció bien, por lo que cuando llegué al peaje ni siquiera paré y proseguimos la marcha.










El colosal y espectacular entorno del paisaje de la montaña Dachstein bien merecía ser disfrutado más desde una cierta distancia apreciando la grandeza del lugar, por lo que paramos a descansar en algún lugar en la carretera 320 y así grabar aquel paisaje tanto en las tarjetas de memoria como en nuestro permanente recuerdo, prometiendo que este sería un destino al que volveríamos en un futuro esperemos no muy lejano, eso si, sabiendo la afluencia de gente, deberemos reservas nuestros tickets con anterioridad para ahorrarnos pasar por lo mismo otra vez.












Bueno, pues se acercaba la hora de comer y todavía nos quedaba otra carretera por recorrer en aquella tarde, carretera a la que nos dirigimos seguidamente que no es otra que la llamada Kolm-Saigurn en el precioso Valle de Rauris, llamado también Valle Dorado de Los Alpes ya que en este se sacó mucho oro, y todavía a día de hoy se estima que hay no pocas toneladas de este preciado material allí.

Este bonito Valle de Rauris se extiende a lo largo de unos 30 kilómetros y acaba en una carretera de peaje de unos 4,5 km de longitud que discurre entre un inmenso bosque alpino y acaba en un aparcamiento desde donde salen muchos caminos para el deleite del amante del trekking.








Llegamos a la caseta del peaje, casi al final del Valle de Rauris y allí mismo, antes de rodar por el último tramo de esta carretera comimos tranquilamente disfrutando de un día espléndido para montar en moto y disfrutar de Los Alpes.







Después empezamos a rodar y al poco de empezar nos encontramos con algo que al menos yo no había visto en la vida, una señal nos indica que debemos de circular a 5 km/h y una señal de peligro nos advierte que hay peligro de alta tensión, y en efecto, nos encontramos con un pastor eléctrico para controlar el ganado, pero en mitad de la carretera y para atravesarlo hay que apartarlo golpeándolo con el vehículo, será esto seguro?, nos dará un chispazo?, no lo había visto en la vida, por lo que tras las iniciales dudas cogemos algo de velocidad y lo pasamos sin ningún problema.

Después seguimos recorriendo esta carretera la cual discurre casi en su totalidad entre un enorme bosque alpino y de vez en cuando nos deja ver entre los árboles los paisajes que tenemos alrededor. La subida de esta carretera subida culmina en un gran aparcamiento desde el cual ya no se puede seguir circulando con vehículos.  


Pastor eléctrico en mitad de la carretera.











Al poco de llegar a la cima regresamos por donde habíamos venido deshaciendo el camino rodado un rato antes valle abajo, de nuevo a recorrer este precioso valle alpino.










De nuevo a pasar por el pastor eléctrico.









Después de acabar de recorrer este valle nos vamos a relajarnos a otro espacio termal, esta vez a las Termas Amadé, en la localidad de Altenmarkt im Pongau. De nuevo aprovechando las últimas horas en esta zona y que la entrada estaba incluida con la tarjeta Salzburgerland Card, por lo que de nuevo hoy acabaríamos el día relajándonos en un espacio termal donde encontramos desde piscinas de todas clases, todas con aguas termales, interiores, exteriores, incluso una grande de olas, jacuzzis, trampolines, toboganes, hasta de nuevo una zona naturista donde hay saunas, baños turcos, bares, etc.













En este lugar estamos hasta al anochecer cuando decidimos volver al hotel a descansar y a preparar el equipaje para al día siguiente viajar a la capital Viena.









21º día - sábado 27 de agosto

GOLLING AN DER SALZACH - VIENA



503 km


Amanecía este bonito día de agosto con una vez más una más que agradable temperatura y con el cielo completamente despejado. Después del desayuno era hora de dejar esta ubicación donde habíamos estado en las últimas 5 noches y ponernos rumbo a nuestro próximo destino, la capital de este país, Viena.

Pero antes, y de camino queríamos ver alguna cosa que teníamos pendiente. La primera parada y visita esta a las afueras de este mismo pueblo, a unos 3 kilómetros vamos a ver la bonita Cascada de Golling.


Sábado y nos encontramos con una típica boda de este país, todos con los vestidos típicos austriacos.

El coche de los novios.





Llegamos al aparcamiento de la cascada y aprovechamos de nuevo la tarjeta turística para acceder a ver la bonita Cascada de Golling, a la que llegamos después de un breve paseo atravesando un bosque cercano a través de una senda que discurre paralela al río. 

























A continuación del breve descanso en este apacible y relajante lugar era hora, ahora si, de abandonar esta ubicación y ponernos en marcha. Nuestro siguiente destino era otra de las carreteras famosas de esta zona de Austria, de nuevo, otra carretera de peaje, aunque también incluido en la tarjeta turística, siendo esta la última vez que la utilizaríamos. Para llegar a la carretera Postalm llegamos siguiendo la carretera nacional 162 hasta que cogemos el desvío hacia la localidad de Strobl, siendo este recorrido la carretera la conocida Postalmstrasse. 






Cogemos el desvío en la carretera 162 hacia la localidad de Strobl a través de una carretera de montaña conocida como Postalm Scenic Road que a lo largo de sus 28,5 kilómetros de recorrido conecta las localidades de Abtenau con Strobl a través de un bello trazado alpino de peaje, y que con la tarjeta Salzburgerland Card podemos recorrer las veces que queramos pero solo en el sentido de Strobl a Abtenau, algo que en principio no es comprensible pero que nos damos cuenta al llegar a la cabina de peaje de Abtenau cuando vemos que no hay nadie en ella y es automática, por lo que al incluir esta carretera con la tarjeta turística decidimos no parar en este peaje a la espera de llegar al otro extremo de la carretera.








Cola en el peaje automático en Postalm, en el lado sur de esta carretera.

Empezamos a recorrer esta carretera ganando suavemente altura poco a poco, y por donde vemos por nuestro lado derecho, a lo lejos, el Glaciar Dachstein, el mismo lugar donde el día anterior no pudimos subir. Después de hacer la foto seguimos recorriendo esa carretera rumbo hacia el norte, pero con la precaución de saber que en cualquier momento nos pueden aparecer animales sueltos por la misma, por lo que aun sin dejar de disfrutar de la conducción hay que ir bastante atentos a lo que nos podamos encontrar en la carretera.


Al fondo vemos el Glaciar Dachstein, donde no pudimos subir el día anterior. 















Llegamos a Strobl después de haber rodado por esta bonita carretera, desde allí nos vamos hacia la siguiente parada del día, un lugar que no conocía pero que tenía muchas ganas de visitar, el pueblo de Hallsatt, ubicado en un entorno de fábula.






El pueblo de Hallstatt esta ubicado a orillas del Lago Hallstätter See y esta considerado unos de los pueblos más bonitos del mundo, y hemos de decir que no es de extrañar por la enorme belleza del lugar en si, en un entorno que también se le conoce como "Los Fiordos de Los Alpes", una preciosidad de lugar y poder disfrutarlo con el maravilloso día que nos acompañaba mejor aun. A este pueblo hasta bien entrado en el Siglo XIX sólo se podía acceder en embarcación no existiendo otro tipo de comunicación entre este pueblo y el resto del mundo. Por supuesto que merece la pena hacer una parada aquí y dar un paseo por sus calles, calles cortadas al tráfico y siempre abarrotadas de turistas.

Aparcamos la moto justo a la entrada del pueblo, en lo que es su estación a autobuses que se encuentra a la orilla del lago, y desde allí, a pie, paseamos un buen rato recorriendo este muy bonito lugar.




Aparcamos la moto y nos disponemos a recorrer durante un buen rato esta maravilla de pueblo.





















































































Después del agradable paseo por este idílico pueblo llega la hora de comer y viendo el fantástico entorno en que estábamos este día, que mejor que buscar un buen sitio, a poder ser a la orilla de este lago para comer??. Así lo hicimos, a los pocos kilómetros de Hallstatt, a medio camino de esta localidad y la de Obertraun, encontramos una zona con mesas de picnic a la orilla de la carretera y de este apacible lago, con vistas excelentes a la localidad de Hallstatt a la que tenemos justo enfrente nuestro, por lo que no nos lo pensamos ni un momento y allí mismo montamos nuestra cocina, convirtiendo así durante un rato aquella mesa de picnic en el mejor restaurante que uno pueda imaginar disfrutando de la belleza del entorno que nos rodeaba y del espectacular día que estaba haciendo.










El monstruo del Lago Hallstätter See??.















Después del rato de descanso nos dirigimos al cercano pueblo de Obertraun en donde a las afueras del mismo estaba el siguiente punto de parada de este día y otro importante destino al que también tenía muchas ganas de visitar. Decir que este entorno en el que estábamos, por así decirlo y para situarnos, es la parte opuesta del Glaciar Dachstein en donde el día antes no pudimos subir en su telecabina por no tener reserva, hoy lo habíamos rodeado por la carretera Postalm para llegar a su parte trasera, el entorno de Hallstatt. 

Desde este lado también se puede subir de la misma manera para visitar otra zona de ese mismo lugar del macizo Dachstein, por lo que después de comer recorrimos los escasos kilómetros que nos separaban del punto de partida del telecabina de Dachstein Krippenstein, para disfrutar de lo que queda de tarde en lo alto de las montañas del macizo Dachstein. 

Al llegar al aparcamiento, justo al lado del punto de partida del telecabina, de nuevo, al igual que ayer, la mala suerte impidió que subiéramos a estas montañas. Al acercarnos a comprar los tickets a la taquilla, la chica que nos atendió, muy amablemente nos aconsejó no subir ya que el complejo iba a cerrar en un breve espacio de tiempo y que solo quedaba un último viaje para subir y que a los pocos minutos nos tendríamos que dar la vuelta, gastándonos mucho para disfrutar muy poco, o nada, desaconsejándonos el elevado gasto que teníamos que hacer, pero que al final era una decisión nuestra, ella sólo nos lo aconsejó. Ella tenía toda la razón, por lo que le agradecemos el consejo y lógicamente desechamos la idea de subir, eso si, apuntando de nuevo este lugar para otra futura visita. De haberlo sabido hubiéramos venido directamente para este lugar dejando la visita de Hallstatt para la tarde, pero sinceramente, este contratiempo en el viaje no nos importó lo más mínimo ya que es un lugar al que sin lugar a dudas volveremos y más después del magnífico día que habíamos pasado por allí dándonos cuenta que este lugar merece la pena ser disfrutado mucho más.










Y desde allí solo nos quedaba recorrer por bonitas carreteras esa zona hasta la localidad de Liezen, desde la cual y viendo que llegaríamos a Viena bien entrada la tarde noche decidimos ir por el camino más rápido posible.










Y al anochecer llegamos aquel sábado a Viena, nos fuimos directos para el hotel a descansar para al día siguiente desde primera hora disfrutar de un día entero en la capital de Austria.



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