2016 - Los Alpes en Moto - 11ª parte (Días 22 y 23)



22º día - domingo 28 de agosto

VIENA



53 km


Nos levantamos temprano en este, de nuevo, espectacular día de verano. Día en el cual lo íbamos a dedicar en su totalidad a recorrer y visitar la capital de Austria, por lo que tras el desayuno salimos con dirección el centro de Viena.

Decir que hoy sería el último día que estaría Ana acompañándome en este viaje ya que al día siguiente se le acababan sus días de vacaciones y en la madrugada siguiente cogería de nuevo un vuelo en el aeropuerto de Viena con destino Madrid. Por lo que hoy intentaríamos pasarlo lo mejor que podamos en su último día de vacaciones.

De camino al centro de Viena vamos fotografiando algunos de los muchos monumentos que esta ciudad posee.


Palacio Schönbrunn.

Museo de Historia Natural de Viena.

Parlamento.

Parlamento.

Balcón con las Cariátides, bonitas columnas que están en un edificio del lado sur del Parlamento.

Burgtheater, Teatro Nacional de Austria.

Rathaus, espectacular edificio donde se encuentra el Ayuntamiento de Viena.

La primera parada que hacemos en Viena es en el famoso Reloj Anker (Ankeruhr), situado en la plaza más antigua de Viena, en la Hoher Markt, lugar donde se instalaban antiguamente los mercados y lugar así mismo donde se llevaban a cabo las ejecuciones. El reloj se sitúa en un pequeño puente que une dos edificios de oficinas. Este reloj esta hecho de cobre y bronce, se terminó en el año 1914 y debe su nombre a la compañía a la que se le encargó su construcción. Cada hora en punto es señalada por un personaje histórico diferente, pero a medio día los doce personajes correspondientes a cada hora, ya que no se distingue ni a.m. ni p.m., desfilan al son de una música de órgano.

Llegamos allí minutos antes de las 10 de la mañana por lo que esperamos a que cambiara la hora antes de seguir la visita por Viena.


Delante del Reloj Anker.





Hoher Markt, la plaza más antigua de Viena.

Después de ver el funcionamiento del reloj nos vamos a visitar otro de los edificios más famosos de esta ciudad, su famosa Opera Estatal de Viena, ya que esta ciudad es la ciudad de la música, de las operas, de los Vals, etc. por lo que la visitar su famosa Opera es casi algo obligatorio para todo turista que visite esta ciudad.

Al llegar a la opera vemos un gran cartel en la fachada principal que indica que hoy había función, no me hubiese llamado tanto la atención porque seguro que diariamente hay alguna representación aquí, pero al ver que se trataba de una función de Rock the Opera, representada por una orquesta sinfónica, la de Praga tocando temas conocidos por todos del Rock, que mejor que despedir las vacaciones de Ana que con un concierto de este tipo?.


Opera Estatal de Viena
Entrada principal de la Opera Estatal de Viena.
Visto que hoy hay esta representación en tan emblemático lugar, hay que intentar conseguir unas entradas.




Aparcamos la moto y nos dirigimos a buscar las taquillas de la opera para ver si hay alguna entrada libre para esta noche. Primero buscar las taquillas nos costó mucho, ya que unos nos decían que estaban en un lugar, íbamos a ese lugar y no había taquillas como tal. En principio nos fue imposible comprar entradas en una taquilla tal y como las he conocido toda la vida. A todo esto vemos como en los aledaños del edificio hay varias personas que ofrecen cuales reventas entradas a los turistas para la opera. Preguntamos a uno a ver si tienen alguna para la función de hoy y nos dicen que él no, pero que en un rato vendrá un amigo suyo con entradas. 

La situación era un tanto confusa, no eramos los únicos ni mucho menos que estábamos intentando comprar entradas para esta noche y la única solución que veíamos era comprárselas a estos personajes con "dudosa" credibilidad que más bien parecías meros estafadores, fue una situación que me resultó bastante chocante ya que al parecer era la única forma de comprar entradas por lo que no me acababa de creer que una opera como esta tuviera tal gestión de venta de entradas. Como sería la cosa que no acababa de ver la situación muy segura por lo que decidimos finalmente irnos ya que no me daban ninguna seguridad tales vendedores, no me acaba de creer que esa fuera la única opción de comprar entradas allí. Decidimos después de un rato de preguntar a unos y a otros, cada uno te decía una cosa diferente, unos te decían que solo quedaban entradas de las caras y los otros que no, que había entradas más asequibles pero que se las tenían que traer, una situación confusa cuanto menos, por lo que era mejor marcharse y volver unas horas más tarde a ver como estaba la situación y si finalmente teníamos suerte y podíamos entrar mejor, pero visto lo visto casi lo daba por imposible.

Por lo que después de estar un rato allí intentando comprar entradas como si de reventa se tratase sin éxito alguno, decidimos seguir nuestro tour turístico por Viena.


Edificio donde se encuentra el Museo de Historia Natural de Viena.

En Maria-Theresien-Platz, entre los museos de la Historia Natural y la Historia del Arte.

Museo de Historia del Arte de Viena.

Posteriormente nos vamos a ver el Museumsquartier que es un complejo cultural enorme, el octavo más grande del mundo y en donde se ubican algunos de los museos de esta ciudad, y en donde descansamos durante un rato en su plaza central escuchando apaciblemente un concierto de música clásica.


















Después de la visita al Museumsquartier donde íbamos a entrar principalmente a visitar el Mumok, el museo de arte contemporáneo de Viena pero que decidimos no entrar por ver que su exposición era irrelevante para nosotros, por lo que desde allí nos vamos a conocer el entorno del Palacio Imperial de Hofburg aunque nos quedaríamos solo en una visita por fuera sin entrar a realizar la visita de su interior.

Aparcamos la moto en la plaza Heldenplatz o "Plaza de los Héroes", junto al Epheson Museum que se encuentra en la parte más nueva del Palacio Hofburg, denominado Neue Burg en este espectacular edificio también se haya la Biblioteca Nacional Austriaca, y paseamos durante un buen rato por toda esta zona, desde la plaza donde estacionamos Heldenplatz hasta la cercana plaza Michaelerplatz, que es donde se encuentra el Palacio Imperial Hofburg.


Sección de Hofburg llamada Neue Burg visto desde la plaza Heldenplatz.



Fuente Renacentista en Amalienburg.





Fuente barroca en la Plaza Michaelerplatz.

Palacio Imperial Hofburg desde Michaelerplatz.

Fuente barroca en el exterior del Palacio Imperial representando el poder del mar.

Puerta exterior de la Heldenplatz.

Estatua del Príncipe Eugenio de Saboya.

En Heldenplatz junto a la estatua del Príncipe Eugenio de Saboya.

Hare Krishnas cantando en Heldenplatz.

Accediendo a Amalienburg, parte trasera del Palacio Imperial.

Amalienburg.

A mi espalda el Palacio Imperial Hofburg.











Tras recorrer sin prisas esta zona de Viena es hora de cambiar de ubicación y nos vamos a las inmediaciones del edificio del ayuntamiento de Viena, edificio conocido como Rathaus. Lugar por donde habíamos pasado por la mañana y en donde vimos que se estaba celebrando un festival de cine y en donde había muchos puestos de comida, por lo que, aunque habíamos comido algo ligero pensamos que no estaría mal comer algo más consistente, así que sería buena idea ir hasta allí a ver lo que nos encontramos...

Llegamos y lo primero que hacemos es comer algo, decir que durante buena parte del verano en esta plaza Rathausplatz se celebra el Festival de Cine de Viena y en donde se instalan más de 20 restaurantes temáticos internacionales con gastronomía de todo el mundo y en donde lo difícil es elegir que comer debido a la gran variedad de opciones que hay.


A mi espalda, Rathaus, Ayuntamiento de Viena.

A vuestra salud.
Esta vez comimos un plato típico austriaco.

Con el estómago lleno vemos que ese domingo había en esta misma plaza una concentración de vehículos clásicos, por lo que no nos quisimos perder el espectáculo de ver de cerca verdaderas joyas sobre ruedas que tuvimos el placer de ver allí aquella tarde.




















Tres generaciones de vehículos, desde el principio de la historia hasta nuestros días. Como ha cambiado el mundo de la automoción.

















Después de admirar la gran cantidad de joyas sobre ruedas que allí se habían concentrado nos dispusimos a volver al edificio de la opera, no se me había olvidado ni se me había quitado de la cabeza en todo el día el conseguir entradas para la función de esta noche, por lo que hacia allí nos fuimos de nuevo.

Aparcamos la moto en el edificio de la opera y dimos en primer lugar una vuelta a ver si se veía algún movimiento o algún lugar donde comprar entradas, y nada, no vimos nada. Por lo que fuimos a preguntar a una oficina de turismo cercana a ver si nos sabían decir algo, y si, nos dijeron que allí vendían entradas, pero que solo les quedaban entradas de las más caras y que una hora aproximadamente antes de la función podían vender entradas más asequibles en la misma opera, por lo que creo que probaríamos suerte más tarde. 

Dejando la moto allí aparcada nos fuimos dando un paseo a otro punto turístico importante y conocido de Viena, queríamos tomar el típico café con una porción de tarta en el famoso Cafe Central, por lo que dando un paseo recorrimos parte del casco antiguo de Viena camino de este emblemático establecimiento vienés.


Fuente en Albertina.

Estatua ecuestre y monumento del emperador Jose II.

Palacio Imperial Hofburg desde la plaza Michaelerplatz.

Palacio Imperial Hofburg.

Dando un pequeño paseo llegamos al edificio donde se ubica el Cafe Central desde el año 1860 que es cuando este establecimiento abrió sus puertas convirtiéndose desde entonces en un muy importante centro de reunión de la intelectualidad vienesa. Es un lugar típico para degustar cualquiera de sus cafés de su larga lista así como acompañarlo con una porción de tarta o pastel a escoger de una también extensa variedad. Un plan perfecto para merendar esta tarde de domingo, café más tarta en el Cafe Central a lo que hay que sumarle el poder escuchar música en directo acompañando tan agradable merienda.





























Después de la merienda volvemos hacia donde tenemos la moto aparcada sin mucha prisa la verdad, parando y admirando lo mucho que hay que ver en esta bonita ciudad de Viena.




A mi espalda la Biblioteca Nacional de Austria, y también vemos en mitad de la plaza Josefsplatz el monumento ecuestre del Emperador Jose II.

Escaleras que llevan a la entrada del museo Albertina, al fondo el edificio de la Opera Estatal de Viena.

Y ya en los aledaños del edificio de la opera, en donde habíamos dejado aparcada la moto un rato antes, va avanzando la tarde poco a poco y teníamos que intentar por última vez conseguir dos entradas para el concierto. Cuando llegamos allí ya estaban abiertas las puertas y entramos a ver lo que había y ver si había alguna posibilidad de adquirir entradas. Inicialmente vemos que había una larga cola que acababa en una mesa en donde de manera muy caótica repartían entradas, principalmente de gente que tenía entradas reservadas de compra por internet, pero había gente que estaba comprando entradas directamente pagándolas en mano de una forma repito muy caótica y desordenada, lo que de todas me resultaba incomprensible tratándose del lugar donde estábamos. Yo al volver a mirar la extensa cola pregunté a uno de los que en la mesa estaban sentados por si había alguna entrada libre de las asequibles y me dijo que si, que cuantas quería, por lo que no me lo pensé dos veces y le dije que me diera dos rápidamente, por lo que si, como nos habían dicho en la oficina de turismo se podían comprar entradas directamente en la opera y tuvimos suerte de conseguir dos para la función que empezaba en un rato, rato que dedicamos a visitar la Opera Estatal de Viena.

Otra cosa a tener en cuenta era nuestro vestuario, y es que creíamos que no íbamos vestidos para la ocasión a tenor de como veíamos los atuendos de la mayoría de la gente que allí se encontraba, yo con en pantalón corto y camiseta, típico turista, pero sinceramente, me daba igual, porque finalmente había conseguido lo que tanto había buscado desde aquella mañana, y era acabar las vacaciones de Ana de la mejor manera posible, con un concierto de rock en la Opera de Viena a cargo de la Orquesta Filarmónica de Praga, por lo que antes de empezar y para hacer tiempo recorreríamos este bonito edificio.


Aun sin estar vestidos para la ocasión, finalmente conseguimos dos entradas para la Opera de Viena.


























Y un corto vídeo para hacernos una idea de como lo pasamos aquella noche en la Opera de Viena.






Después de haber pasado un muy agradable rato en la opera en donde nos lo pasamos realmente pipa y nos encantó haber podido disfrutar de ese espectáculo se acercaba la hora de acabar el día y antes de retirarnos al hotel a descansar volvimos a la Rathausplatz para cenar algo y rematar el fantástico día que habíamos pasado en Viena.

Para cenar esta vez decidimos finalmente probar el canguro hecho en el restaurante australiano y hemos de decir que nos gustó mucho, después, un corto paseo por esta animada plaza antes de irnos para el hotel a descansar unas pocas de horas antes de llevar a Ana al aeropuerto.


















23º día - lunes 29 de agosto

VIENA - DOLOMITAS



691 km


El despertador sonó en la madrugada a las 3:30H, apenas habíamos dormido 3 horas. A las 4 en punto arrancábamos la moto con todo cargado dirección el aeropuerto de Viena a dejar a Ana ya que en un par de horas le salía su vuelo. Facturamos su equipaje y salimos de la terminal para desayunar juntos antes de despedirnos.

Una vez que nos despedimos yo tenía dos opciones, una era volver para el hotel a descansar y la otra era la de iniciar el camino de regreso y aprovechar todo el día para rodar porque tenía claro donde me gustaría llegar a dormir la siguiente noche, así que decidí no ir al hotel a dormir otro rato y desde el aeropuerto me puse en camino, primeramente camino lo más rápido posible de la localidad de Villach.


Señal de como actuar en una retención de tráfico, simplemente apartarse para dejar un carril en el centro para emergencias.

A descansar un poco camino de Villach.

Al fondo las ruinas del castillo de la localidad de Griffen.

Al fondo las ruinas de la fortaleza de la localidad austriaca de Griffen.


Sigo por la autopista dirección Villach a donde llego tras unas horas de conducción, el entorno me es familiar ya que aquí pasamos unas cuantas jornadas días atrás.











En Villach me desvío hacia la frontera con Eslovenia atravesando el pequeño y sin ninguna complicación Wurzenpass, nada más pasar la cima de este pequeño paso está la frontera con Eslovenia, lo que suponía que me despediría de Austria para el resto de viaje.





  






Una vez en Eslovenia ahora tenía que ir a enlazar con la carretera 206 que es la que lleva a cruzar el paso Vrsic, un paso de montaña al que tenía muchas ganas de rodar por el ya que tenía unas muy buenas referencias de otros motoviajeros, paso que recordamos quise atravesarlo otra vez en este mismo viaje y no pudimos por encontrarse la carretera cortada por obras por lo que hoy, con un día espectacular en esta zona de Los Alpes Julianos y sin obras a la vista, parecía que por fin podría rodar por este paso alpino. Y hacia allí me dirijo sin perder mucho tiempo.


Desvío hacia la carretera 206, hacia el Passo Vrsic.

Nada más coger la carretera 206, a las afueras de la localidad de Kranjska Gora se llega a un apacible y precioso lugar del entorno del Lago Jasna, descubriendo así otro lugar ideal para pasar unos días de descanso en un entorno maravilloso, muy recomendable y por supuesto que apuntado queda. Este lago es la unión de dos lagos artificiales y por lo veía era un importante lugar de ocio de esta zona, y no es de extrañar debido a lo atractivo del entorno que rodea este precioso rincón alpino.


En el Lago Jasna hay un monumento al Zlatorog, animal de la mitología eslovena, es una gamuza con cuernos dorados.

Lago Jasna.

Lago Jasna, lugar ideal para unos días de vacaciones.

Y después de la breve parada en el Lago Jasna empieza la subida al Passo Vrsic, desde aquí se inicio los aproximadamente 10 km que me separan de la cima, en pleno Parque Nacional de Triglav, en Los Alpes Julianos. Vrsic significa "El Piquito", y es el paso montañoso más elevado de Eslovenia, cuya cima se sitúa a 1611 m, durante su ascenso salvamos un desnivel de 757 metros, con unas rampas con un porcentaje medio de algo más del 8%, encontrando algún tramo con desnivel del 15 o 16%. Desde este lado debemos de atravesar 26 curvas de horquilla, en donde la inmensa mayoría, o todas, que no lo recuerdo bien, están construidas de pavé, con los que al estar adoquinadas dan un aíre más pintoresco si cabe a este espectacular paso alpino.









Una parada casi obligada de la ascensión a este paso montañoso es la que debemos realizar en la llamada Capilla Rusa (Ruska Kapelica), pequeña capilla que recuerda a 400 prisioneros rusos que murieron a consecuencia de una avalancha cuando estaban trabajando en la mejora de esta carretera durante la Primera Guerra Mundial, ya que fueron prisioneros rusos quienes trabajaron aquí en la mejora de este paso durante la Primera Gran Guerra.











Sigo la ascensión de este precioso paso Vrsic el cual a medida que voy ganando altura regala unas vistas espectaculares de Los Alpes Julianos. La siguiente parada es justo enfrente de la montaña Prisank, una colosal mole de piedra cuya cima esta a 2547 metros de altura y en donde se aprecian tres características naturales, una es la llamada Gran Ventana Prisank, otra es la Pequeña Ventana Prisank y la tercera la llamada Pagan Girl (Niña Pagana), esta última se trata de que la roca, debido a las fracturas parece que dibuja en la montaña la cara de una joven, y por supuesto, esto también tiene su leyenda, y que dice algo así:  La leyenda dice que la imagen que se ve en la montaña es la imagen de una giganta pagana, una giganta noble y de buen corazón que otrora se dedicaba a ayudar a los montañeros a cruzar sus mercancías y que en invierno ayudaba a encontrar el camino entre la nieve a los viajeros que iban camino de Trenta. Esta giganta aparte tenía las dotes de predecir el futuro de los recién nacidos y una vez estando en Trenta predijo el futuro de un recién nacido, al que predijo que iba a ser el mejor cazador de Prisank, un cazador valiente e insuperable y que sería quien cazaría la gamuza de cuernos de oro, el Zlatorog, y vendería esos cuernos de oro convirtiéndose en un hombre inmensamente rico. Al saber de su predicción, los otros adivinos enfurecidos le echaron una maldición y tan pronto llegó a Prisank la giganta se convirtió en piedra para el resto de la eternidad, y así descansa en la montaña Prisank la Pagan Girl.










Espectacular la montaña Prisank.

La montaña Prisank y sus características naturales.





Montaña Prisank.

Abrumado por la belleza que rodea este espectacular lugar de Los Alpes sigo la ascensión del último tramo, pero antes realizo otra parada a la orilla de la carretera en cuanto veo centenares de piedras apiladas en perfecto equilibrio en muchos montones distintos, símbolos que habitualmente vemos en lugares dispares y con los cuales los viajeros quieren alejar de su viaje los malos augurios. Pero sea como sea, el lugar merecía la pena una parada para contemplar así mismo el precioso entorno.
















En el alto de este paso toca parar para hacer la foto de rigor y casi sin descansar inicio el descenso camino de la localidad de Bovec. Si para la ascensión había tenido que pasar por 26 curvas de horquilla, en este descenso hacia Bovec me esperaban otras 24 curvas de 180º, pero con la diferencia de en este lado no están adoquinadas, pero con unas vistas así mismo espectaculares. Vrsic y sus famosas "50 curvas de Vrsic", podría ser perfectamente el título de una novela erótica, porque el lugar en si es excitante para rodar en moto, totalmente recomendable. 









Era la hora de comer, por lo que quería aprovechar el lugar y buscar un sitio para montar la cocina, y lo encontré bajando el Vrsic, encontré una mesa de picnic que me estaba esperando solitaria a la sombra justo al lado de la carretera, por lo que vi en aquel lugar el sitio perfecto para montarme mi restaurante. A las afueras de Villach había parado en un supermercado a comprar provisiones y esta vez compré un entrecot, y a las horas que estaba, y con el hambre que tenía, ni que decir de como me sentó aquella comida.....







Tras reponer fuerzas desde allí me dirijo a la cercana localidad de Bovec siguiendo los últimos kilómetros de esta carretera 206 que ahora discurre paralela al Río Isonzo. Llegando a Bovec, a unos dos kilómetros de allí paro a ver su cementerio militar, en donde descansan en paz más de 600 soldados caídos en la I Guerra Mundial.













Continuo camino dirección Italia dejando Eslovenia atrás y continuando hacia mi destino de hoy, que no era otro que Cortina d´Amprezzo en donde tenía previsto pasar unos días de descanso en un camping con el fin de recorrer así Los Dolomitas, por lo que poco a poco me iba acercando al destino. 





Una vez en Italia pongo en el GPS la dirección de Cortina d´Amprezzo, avanzaba la tarde y todavía me quedaba un buen trozo por recorrer, pero he de decir que la carretera SP42 que llega a Povici atravesando el Parque Natural Regional de los Prealpes Giulie desde la frontera me agobió mucho. Me encontré en una carretera muy estrecha y con continuas curvas sin visibilidad alguna, un trazado retorcido y complicado por la escasa visibilidad y lo estrecha de la vía, lo que hacía que fuese continuamente tocando el claxón de la moto, temía encontrarme con otro vehículo de frente y no tener tiempo de reacción. Esa carretera me resultó interminable, circulé por ella a escasa velocidad, es más, llegue a la altura de un vehículo agrario y no lo quise ni adelantar, entre otras cosas porque apenas tenía sitio para hacerlo con seguridad, vi en aquel lento vehículo la oportunidad de ir seguro detrás de el durante un tiempo, hasta que su conductor pensó que me iba molestando, se apartó y paró para dejarme pasar, no me quedó otra que seguir solo de nuevo por aquella carretera encajonada en aquel interminable bosque en donde era imposible ver nada más allá de lo que había detrás de la vegetación. 



















Acabado este último tramo agobiante seguí dirección Cortina, poco a poco me iba acercando al destino, pero también poco a poco iba notando que el tiempo cambiaba y no me gustaba lo más mínimo, del fantástico día que había tenido hasta ahora el cielo se estaba llenando de nubes rápidamente por lo que empecé a pensar en lo peor, en que me acabaría mojando, y lo que es peor, mis intenciones de pasar la noche en un camping empezaban a desvanecerse.















Llegando a Cortina empezó a llover cada vez más intensamente y el cielo cada vez se ponía más oscuro a medida que avanzaba hacia mi destino, paré en la localidad de Tai di Cadore a poner combustible y a partir de ahí, decidí seguir dirección Cortina, pero a escasos kilómetros de Tai di Cadore tuve que dar la vuelta, si la idea que tenía de pasar unos días en un camping en Cortina se estaba desvaneciendo, cuando empezó a caer lo que cayó del cielo aquella tarde en aquellas montañas, la idea la deseché por completo porque se formó una tormenta de proporciones bíblicas y conduciendo bajo ella salí como pude de aquella tormenta yendo hacia el sur. Una vez salí de la tormenta paré en otra gasolinera y busqué un alojamiento cercano. Encontré una habitación en una casa en el pequeño pueblo de Farra d´Alpago, a donde sin perder tiempo me dirigí, tenía ganas de llegar y descansar después del agotador día de hoy de moto.


Tormenta de las buenas, de la que pude escapar no sin mojarme mucho.

Llegué a la casa y me recibieron los dueños, una pareja muy agradable y atenta, ellos vivían en la casa contigua y como no tenían a nadie más hospedado allí la casa entera fue aquella tarde noche para mi solo. 

Allí no llegó a llover, pero durante aquella tarde estuve oyendo los truenos mucho rato, incluso el dueño me llevó un gran plástico para tapar la moto a pesar que me la había mandado poner debajo del tendejón de la casa, no hizo falta taparla porque la tormenta aquí no llegó.




Definitivamente, esta tarde me había ganado una agradable y relajante ducha después de no haber apenas dormido la noche anterior y de haber conducido durante más de 15 horas hasta llegar a este lugar. Cené algo en la solitaria cocina de la casa y me acosté pensando que la ruta del día siguiente por Los Dolomitas peligraba debido al tiempo, pero eso ya lo vería la mañana siguiente....



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